Algo huele y se ve mal en la bolsas de residuos. A raíz de la denuncia efectuada por los centros de salud acerca de que nadie les venía a recoger los residuos no patogénicos, a lo que desde el sindicato de camioneros respondieron que dejaron de hacerlo porque en las mismas han encontrado residuos patogénicos y eso es un riesgo y un asco para cualquiera, se armó un lindo escandalete que parece ya se solucionó. A ver, primero vamos a iluminar a nuestros lectores diciéndoles que los residuos patogénicos son los materiales de descarte producidos en unidades sanitarias (hospitales, centros de salud, etc.). Estos materiales de descarte son peligrosos debido a que pueden estar infectados con enfermedades infecciosas. Según lo que nos comentaron, cuando los recolectores de residuos pusieron en el camión a compactar las bolsas de, supuestamente, basura comunacha, algo reventó dentro de la máquina y empapó de sangre a los trabajadores. Un auténtico asco y peligro por supuesto. Desde ese momento los muchachos le sacaron tarjeta roja y dijeron “¿Ah si? Llevá vos la basura al ENTRE ahora”. En fin todo está en etapa de investigación y supuestamente llegaron a un acuerdo, asegurando que el municipio se encargaría de controlar qué ponen en los desperdicios.
Tamaña situación nos llevó a una duda existencial, a la madre de las incógnitas, ¿qué tiran a la basura los nicoleños? Y más aún ¿qué arrojan desde los lugares oficiales. Y poniéndonos más profundos ¿Qué porción metafísica de proyectos inconclusos, absurdos ministeriales y desidia laboral se escapa entre los desperdicios materiales?.
Adónde van los proyectos
Sin ir más lejos nos comentaron algunos amigos trabajadores de la basura que en varios organismos gubernamentales encontraron residuos más que sorprendentes. “Un día fui a buscar una bolsa grande al lado del municipio y no la podía levantar, pesaba una tonelada, era imposible y cuando con los muchachos nos pusimos a ver qué había dentro nos encontramos con las caras de varios funcionarios, unos rostros casi dibujados, de gestos adustos algunos y sonrisas blancas otras que pesaban más que un auto, imposibles de compactar, ni llevar, los dejamos ahí, al costado, esperando que los dueños fueran a buscarlos, pero parece que hace tiempo que varios políticos perdieron la cara y tampoco se preocuparon mucho por ir a buscarla”, nos comentó uno de los muchachos con una sonrisa triste y resignada.
En seguida otro nos comentó “En las oficinas de Servicios Públicos te encontrás de todo. Los muchachos que hacen la limpieza siempre nos dicen que se la pasan barriendo entre los pies de los que se comen horas y horas de colas, trámites pesados y burocráticos, cientos de puteadas, tiempos perdidos y desesperanza. Pero claro, nosotros en las bolsas aparte de todo eso encontramos, rapidez, eficiencia y ganas, prácticamente sin usar, encontramos desidia por sueldos bajos, bronca por jefes acomodados a dedo y poco eficientes y mucho pero mucho alcahueterio y pisos serruchados. La verdad que no son bolsas pesadas porque no hay nada más efímero y pasajero que las acciones ineficientes, pero sí vienen muy cargadas”.
Verdades muertas
Curioso ante tanta basura filosofal osé interrogar sobre qué se encuentran en los desperdicios de tribunales “Uf, ahí lo primero que te encontrás son los impuestos a las ganancias que nunca serán pagados, la honradez de algunos abogados y las mentiras vertidas a mansalva. En la basura lamentablemente hallamos también todos los días un montón de verdades censuradas, amordazadas y nunca reveladas, son pequeñas señoras de ojos vendados y cuerpos ultrajados que mueren con los labios cocidos”, nos contó un señor de ojos vidriosos de ver tanto dolor.
Un muchacho riendo agregó “¿Sabés lo que sí te encontrás en un montón de radios de nuestra ciudad? La letra “s”. Está en todos lados, toda pulcra y reluciente de no ser usada. Yo pensaba que en las radios a las “s” se las comían, pero se ve que ni para eso les sirve y directamente las arrojan. Por suerte no son todas, pero que las hay, las hay. Tampoco te puedo decir cuántas radios hay en la ciudad porque ese número no lo tienen ni los que se encargan de controlar los medios. Es un misterio más difícil de dilucidar que el gusto en mujeres del Kun Agüero”.
Sorprendidos ante tanta información nueva, aunque siempre sabida, quisimos enterarnos qué hacen en el ENTRE con esos desperdicios, si los arrojan en las profundidades del olvido, si intentan reciclarlos con la esperanza de que algún día sean utilizados o si tan solo se mezclan entre la basura material. “Todo es rescatable, todo puede ser vuelto a utilizar, las mentiras pueden ser verdades, la desidia puede ser trabajo, la falta de escrúpulos puede ser honradez, no hay que revolver en la basura para obtener eso, hay que buscarlo dentro de uno y usarlo”.
Fe de erratas
Otra vez me mande una macana . En la edición pasada puse que la Ruta 188 corresponde a la provincia cuando en realidad es responsabilidad de la Nación. En fin, hecha la aclaración podríamos decir que ya sea el Estado, Scioli o el municipio algo hay que hacer de una vez por todas con ese saturado acceso y realizar algún bendito día la entrada paralela que ayude a descomprimir el tránsito y evite accidentes. De seguro esta va a ser la última fe de erratas porque ya me dijo mi jefe que una más y me meten un boleo importante.-
FUENTE:
El Norte de San Nicolás ( Argentina ) |
Autor: Germán Rodríguez |
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