Argentina | Buenos Aires | 14-04-2014
En este marco, horas atrás se conoció la información de que la causa iniciada por ciudadanos del barrio El Emporio del Tanque para impedir que la administración del intendente K Francisco “Barba” Gutiérrez siga construyendo viviendas sobre terrenos contaminados se mantiene en pie.
Cabe señalar que el proceso judicial se había iniciado en el Juzgado 3, cuya magistrada -Diana Español- terminó siendo recusada por los vecinos. Entre los argumentos expuestos, los habitantes aclararon que Español había tenido una conducta parcializada y deliberadamente beneficiosa para el municipio.
Lo cierto es que las tierras representan un riesgo constante para quienes viven en las cercanías del lugar: se trata de un predio histórico, ocupado en su momento por una fábrica de tanques (hoy oxidados) que, con el paso del tiempo, dejaron importantes concentraciones de minerales tóxicos en el suelo. Frente a esto, los vecinos reclamaron una urgente remediación del terreno, previa a la construcción de hogares.
Ahora la causa dará otro giro y será entonces el Juzgado en lo Civil y Comercial 10 de Quilmes, a cargo de la magistrada Vivian Díaz, el que se hará cargo del tema. Sin lugar a dudas, se trata de otro avance en un proceso que compromete seriamente al “Barba” y su gestión.
El drama de las papeleras
Pero ese no es el único dolor de cabeza en territorio quilmeño. Hace apenas algunos días, otro grupo de ciudadanos que viven en las inmediaciones de la papelera Smurfit Kappa -ubicada en Espora y Caseros, en la localidad de Bernal- denunciaron que la firma sigue descargando residuos sólidos al Río de la Plata.
No se trata la primera vez que la empresa es cuestionada por su accionar en una zona habitable, ya que en 2009 Smurfit Kappa fue condenada a indemnizar a una familia del lugar que resultó enferma por la contaminación ambientalgenerada por la planta.
Este tipo de hechos también traen a la memoria al caso de otra papelera que dio que hablar en Quilmes, como la papelera Quilmes -ex Massuh-, que el polémico secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, intentara reactivar en 2009 sin éxito. En ese mismo establecimiento no sólo se experimentaron incendios, vuelcos de residuos, desbordes en las lagunas de aireación de celulosa e inundaciones, sino que también se constató la muerte de un custodio de 30 años que cayó en una fosa de tres metros de profundidad.