Argentina | Buenos Aires | 18-08-2014
LA TAREA DE LA ASOCIACIÓN CIVIL BASURA CERO, JUNTO A MILITANTES DE NUEVO ENCUENTRO.
Hacemos reciclado con inclusión», resume Jorge Amar, presidente de la Asociación Civil Basura Cero, para explicar la tarea que realizan los 14 trabajadores de la planta, instalada frente al Autódromo porteño. «Y no recibimos subsidios de ninguna índole», aclara, aunque lo que sí obtuvieron fueron reconocimientos de la Cámara de Diputados y de los gobiernos nacional y porteño. Además, la embajada de Alemania los galardonó con un premio de 23 mil dólares, con el que planean comprar una nueva moledora. Desde 2007, Jorge y su equipo apuntan a un área específica del reciclaje: los aparatos eléctricos y electrónicos. «Mientras la basura domiciliaria se envía a la CEAMSE, los residuos electrónicos no admiten el confinamiento en rellenos sanitarios: sus componentes son altamente tóxicos», explica. Por eso diseñó un sistema de recogida selectiva, que comenzó llamando a distintas empresas para proponerles que enviaran a la planta ese tipo de residuos. «Tenemos dos tareas esenciales: desarmar los productos cancerígenos que contienen esos aparatos, separar hasta el último tornillo, clasificarlos y venderlos a empresas que los demandan como insumos –gracias a lo cual la ONG se mantiene–; y luego armar productos destinados a donaciones», cuenta Jorge, un entusiasta militante social. Además, hay talleres gratuitos para jóvenes y jubilados. «Hacemos uno para abuelos sobre alfabetización informática, con personal de ANSES. Al terminarlo, cada alumno se lleva la silla, el escritorio y la computadora con los que estuvo trabajando. También hacemos uno con chicos ultra pobres. Les damos ropa, calzado, comida, y les enseñamos el armado de su propia computadora, que también se llevan», ejemplifica Amar. Pero Basura Cero no sólo recibe aportes de empresas: los locales de Nuevo Encuentro en la Ciudad de Buenos Aires realizan cada tres meses, desde el año pasado, campañas de recolección de tecnología en desuso. Ya juntaron más de tres toneladas de artículos, que fueron enviados a la planta para su reciclado. «La actitud de los vecinos es súper positiva. Se acerca mucha gente. El otro día llegó una pareja en taxi, en el horario de cierre del local, cargando tres bolsas. Incluso algunos nos agradecen porque, gracias a la donación, pudieron desocupar una habitación de la casa. La gente no quiere tirar esas cosas pero tampoco sabe qué hacer con eso que cada vez ocupa más espacio, por la velocidad del recambio tecnológico», analiza Tamara Basteiro, referente de Ambiente de Nuevo Encuentro Ciudad. «Se trata de una demanda que existe pero muchos vecinos no saben dónde canalizarla. Ahora hay una campaña fuerte del gobierno de la Ciudad para separar residuos en las casas, pero no sobre el tema especifico de lo electrónico.» El presidente de la asociación Basura Cero se alegra con la participación vecinal y explica que en la planta «escrapean» todo ese material, que también llega desde distintos municipios del Conurbano: «Es la tarea del ciruja, que separa para conocer. Es el primo hermano del cirujano.» Amar explica que «hay 170 municipios y dos provincias –Misiones y La Pampa– que reciclan íntegramente su basura orgánica e inorgánica, fundados en el criterio de que la materia no se destruye, sino que se transforma.» « el lobby empresario y la ley En 2012, perdió estado parlamentario un proyecto de ley del entonces senador Daniel Filmus que establecía presupuestos mínimos de protección ambiental para los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos. La iniciativa, que había conseguido media sanción en la Cámara Baja, establecía la responsabilidad de los fabricantes, que debían hacerse cargo de los materiales que producen «hasta su disposición final». El objetivo era promover la gestión de esos residuos para reutilizar algunas de sus partes. «El lobby de las empresas fue muy alto», advierte Tamara Basteiro, referente de ambiente de Nuevo Encuentro Ciudad, y cuenta que el legislador José Campagnoli está trabajando en un proyecto de gestión de residuos electrónicos para el ámbito porteño, junto a organizaciones que se ocupan de la temática.
FUENTE:
Tiempo Argentino ( Argentina )
Florencia Halfon-Laksman