Una humareda atraviesa el cielo despejado. El fuego proviene de residuos que se acumulan en el lugar menos pensado. Enfrente del Hospital Zonal de Agudos “Doctor Arturo Oñativia”, ubicado en la calle Ramón Carrillo 1339, hay distintos basurales que con el correr del tiempo van creciendo en cantidad y altura. En tan solo 20 minutos, dos carritos de tracción a sangre y dos autos rurales se acercaron para aumentar con sus desechos la mugre ya existente.
“Los residuos se acumulan a 200 metros del lugar donde la gente va a curarse. Es el colmo. No puede existir un basural enfrente de un hospital”, afirmó con enojo Carlos Romero, vecino de la zona, a almirantebrown.clarin.com. Él no concibe la convivencia entre salud y suciedad. Ana María Saborido, quien hace 27 años vive a una cuadra del Oñativia, tampoco: “La contaminación no es buena para nadie y mucho menos para los que se están atendiendo en un centro médico”. La vecina comentó que “la Municipalidad limpia el terreno” pero afirmó que “los carritos vuelven a tirar deshechos”. Para Saborido una solución posible sería “darle a los terrenos baldíos una utilidad”.
Los vecinos no son los únicos disconformes. Desde la dirección del hospital informaron que se hicieron distintos reclamos al respecto y están consultándole al Municipio de qué forma se puede erradicar el basural.
Años atrás, donde hoy se depositan los residuos, los chicos del barrio jugaban a la pelota. En la actualidad, los arcos de la cancha están abandonados y en el paisaje ya no hay nenes jugando. A metros del sitio donde se amontonan los desperdicios hay un puesto de control municipal. Allí trabajan miembros de cooperativas que se encargan de mantener el terreno limpio. “La Municipalidad debería llevar un mayor control e impedir que arrojen basura”, reclamó Romero.
Sobre la existencia del sumidero, desde la Comuna explicaron que se trata de un problema de larga data. “En 2008, cuando llegamos a la gestión, encontramos que frente al Oñativia había un basural muy grande. Se hizo una limpieza importante y se instaló un ecopunto. Un sitio para que los carritos descarguen en volquetes, que el Municipio vacía en forma regular”, indicó Máximo Lanzetta, director ejecutivo de la Agencia de Política Ambiental y Desarrollo Sustentable del Municipio.
Al consultar sobre la instalación de un ecopunto enfrente de un hospital, el funcionario municipal afirmó: “En principio, no pondría un sitio de disposición de basura enfrente de un establecimiento de salud pero el problema es que allí existía un gran basural. La estrategia de los ecopuntos se basa en emplazarlos en zonas donde la gente ya tiraba la basura en forma habitual”.
Lanzetta reconoció que la basura excede a los volquetes y adelantó que “existe un proyecto para armar un nuevo ecopunto, cerrado y de mayor estructura, que se instalará más lejos del hospital, en la intersección de las calles López de Gomara y Juan Lavalle”. Y agregó: “Tendrá un horario definido de atención y no podrá entrar cualquiera en cualquier momento, como sucede en la actualidad”. En tanto que en el terreno que está enfrente al hospital, adelantó, está previsto colocar tocones (troncos pequeños que sobresalen de la tierra) para impedir el ingreso de carros al lugar.