La sede local de la organización ecologista Greenpeace denunció que las 10 toneladas de pilas y baterías recolectadas por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires tendrían un destino más limpio y barato si fueran exportadas para su correcto tratamiento y reciclado que si fueran enterradas en el país en rellenos de seguridad.
Según datos del Gobierno de la Ciudad, la empresa Befesa S.A. (compañía especializada en la gestión integral de residuos peligrosos) presentó un presupuesto para el tratamiento de las 10 toneladas de pilas y baterías mediante la disposición final en rellenos de seguridad que rondaría los $ 72.600.
En tanto, de acuerdo a un presupuesto solicitado por el organismo ecologista a la empresa Silkers SA, el costo de exportar esas pilas para ser recicladas alcanza los $ 64.935. Además, la alternativa de reciclarlas implicaría recuperar materiales valiosos y evitar el impacto ambiental de su disposición en rellenos, ya que el enterramiento sólo pospone el problema.
Greenpeace resaltó que existen normas en diferentes países del mundo que obligan a las empresas a hacerse cargo del costo de la disposición final de esta clase de residuos, como es el caso de la legislación de la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá y Colombia.
"La disposición en rellenos de seguridad es el método más difundido en Argentina para los residuos peligrosos, pero al igual que otras técnicas como la vitrificación o la cementización, no sólo son peligrosos sino que además se trata de métodos de aislamiento en celdas de materiales tóxicos que no pierden su condición y se convierten en pasivo ambiental", declaró Yanina Rullo, directora de la campaña de Residuos Electrónicos de Greenpeace
Ámbito Financiero (Argentina) 29-07-10