Disponer la bolsa de basura en contenedores, separar los residuos secos de los húmedos, desterrar en forma paulatina la tracción a sangre sin excluir a los carreros. Los desafíos que se propone el servicio de higiene urbana que la gestión Mestre quiere implementar desde el 1º de enero de 2014 son numerosos, y desde ayer comenzaron a ser debatidos formalmente en el Concejo Deliberante. La comisión especial de 15 ediles que debe tratar los pliegos diseñados por el Ejecutivo para licitar esa prestación por ocho años recibió a la principal aportante a ese documento, la secretaria de Ambiente Gabriela Faustinelli. Durante más de tres horas, la funcionaria habló sobre el contenido de los pliegos y respondió preguntas de los ediles.

Uno de los grandes cambios que se propone es el reemplazo paulatino del actual servicio de recolección domiciliaria puerta a puerta por uno “contenerizado”: se prevé colocar contenedores a razón de uno por cuadra (el número variará según la topografía y generación de cada barrio) , en los que el vecino deberá poner sus residuos húmedos embolsados. Desde allí los retirarán los camiones de las futuras operarias, una vez por día cinco días a la semana. Según las metas de cobertura de la ciudad que fija el pliego, Faustinelli estimó que en los primeros cinco años de contrato (desde 2014 hasta 2018), las empresas deberán colocar aproximadamente 20 mil en toda la ciudad, ya que se exige cobertura del 50 por ciento de las 38 mil cuadras que incluye en ejido urbano. Un 10 por ciento de ellos deberán ser de carga automatizada, esto es, asociados a un sistema de camiones que permite al chofer, desde la cabina, su vaciado (sin ayuda de otros operarios). Fuera del centro, no se establece qué barrios deberán comenzar a tener ese servicio: será decisión de las concesionarias diseñar por qué áreas van respetando las metas de cobertura demandadas.

“La idea es exigir contenedores cuya tapa pueda ser abierta a pedal por el vecino. Luego de colocar la bolsa, la cubierta baja sola lentamente”, explicó Faustinelli. La funcionaria remarcó que los recipientes no deberán causar problemas de tránsito vehicular ni peatonal, ni estar a más de 120 metros uno del otro, lo que plantea un verdadero desafío. Es por esto que en el pliego se exigen diferentes tipologías (diferentes tamaño, enterrados o sobre superficie, con diverso modo de descarga) , como para que las empresas prestatarias puedan diseñar un plan de colocación por barrios que contemple las diferencias de cada uno de ellos. Al respecto, se citaron experiencias en Capital Federal y Rosario.

En Córdoba, hoy se utilizan contenedores en el centro y en parte General Paz, Nueva Córdoba y Alta Córdoba, pero conviven con el servicio puerta a puerta. Esto no sucederá desde 2014. “No habrá modalidad mixta porque confunde al vecino y nos impide controlar. La recolección casa por casa se dará donde no haya contenedores”, explicó la funcionaria. La única excepción serán las villas, que por su topografía obligan a combinar ambas alternativas. Desde 2018, la zona contenerizada será aún mayor.

………………….

Dudas sobre los costos del servicio

¿Cuánto va a costar el futuro servicio y cómo se va a pagar? ¿Quién cubrirá las indemnizaciones millonarias de los 2.856 empleados actuales del sistema ? Algunas de las preguntas que dispararon los concejales a la secretaria de Ambiente, Gabriela Faustinelli.

Sobre el costo, Olga Riutort señaló que por información que maneja su bloque (participa de la comisión que fiscaliza a Crese), los servicios de Lusa, Cotreco y Crese en el enterramiento hoy demandan 60 millones de pesos mensuales, mientras que la pauta que se prevé gastar en el futuro servicio a licitar (el 13,5% del presupuesto municipal) hoy implica unos 47 millones de pesos, y no incluye el tratamiento final de residuos. “Me pregunto con qué dinero se va a pagar el nuevo servicio”, cuestionó la edil. El radical Javier Bee sellares, titular de la comisión, negó que el costo hoy estuviera en 60 millones.

Por su parte, el juecista Esteban Dómina apuntó a las indemnizaciones: “Un cálculo muy rápido nos dio que serían unos 80 millones de pesos, ¿quién lo pagará?”, disparó. Faustinelli admitió que eso no está previsto en el pliego, y que “se está viendo”.

………………….

¿Chau tracción a sangre?

Otro cambio central que se impulsa y que detonó muchas dudas entre los concejales es la generalización de la separación de residuos en secos y húmedos, y la inserción de los actuales carreros en el circuito de tratamiento de lo reciclable. Al vecino le tocará separar la basura seca para sacarla una vez por semana a la vereda, desde donde las concesionarias la buscarán puerta a puerta.

Este servicio deberá cubrir toda la ciudad desde enero de 2014. Los ediles reclamaron mayores precisiones en el pliego sobre el destino de todo ese material reciclable, y el modo en que servirá para formalizar el trabajo de los carreros.

Al respecto, Faustinelli señaló que las responsables de cubrir su recolección serán las prestatarias, pero que se dejaría parte para cooperativas de carreros. Su destino “prioritario” serán los centros verdes (complejos de clasificación para su venta donde trabajarán esas personas), que deberán ser más que los dos que hoy funcionan.

Sobre este punto, Faustinelli reconoció que el municipio se propone empadronar a todos los que viven del “cirujeo” y organizarlos en cooperativas y en forma gradual, eliminar la tracción a sangre (el uso de caballos). “Pensamos en el reemplazo del carro por vehículos como motos, autos eléctricos, bicicletas u otras alternativas”, señaló.

FUENTE:
Florencia Ripoll
Día a Día de Córdoba (Argentina) 28-11-12