El presidente del Directorio podría abandonar el cargo. Dos datos deben ser tenidos en cuenta en relación a su futuro en la empresa municipal: su postura final y sorpresivamente pro alianza con Juez en el reciente congreso del PS, y la inminencia de un juicio penal en su contra.

El actual presidente de Crese, Eduardo García, podría dejar la conducción de la empresa municipal que reemplaza a Cliba en la recolección de residuos y barrido de calles, según trascendió de fuentes municipales.

La flamante empresa estatal tuvo un buen arranque, el 1 de febrero, beneficiándose por la precaria imagen que dejó la firma del Grupo Roggio en los últimos meses de su gestión de 23 años, y también por un reequipamiento, principalmente de camiones recolectores, que fue posible por la ayuda del gobierno nacional.

Sea dicho esto sin desmérito de la gestión que encabeza García y tampoco sin dejar de tener en cuenta que es la primera experiencia del dirigente socialista -también, empleado municipal de planta- en un cargo de estas características.

No hay explicaciones ni confirmaciones oficiales sobre el posible alejamiento de García, sólo su postura en el reciente congreso del Partido Socialista, en el cual asumió un súbito cambio de posición sobre ir o no en alianza con el juecismo para los comicios legislativos del 28 de junio. (Para quienes no lo recuerden, Giacomino tiene un enfrentamiento terminal con Juez).

García llegó al congreso del PS con la notificación pública de que se oponía a esa alianza electoral, pero en el debate varió su posición y tras el debate explicó que no tenía sentido anteponer una opinión personal sobre un pronunciamiento claro a favor de la sociedad política con Luis Juez.

Pese a todo, las versiones sobre el posible alejamiento del titular de Crese son anteriores al congreso socialista que deliberó el sábado pasado. Otro dirigente del partido de la rosa explicó que muy probablemente la postura de García en el Congreso se debía a alguna posición de debilidad para sostenerse en el cargo, razón por la cual varió sorpresivamente su posición sobre la alianza con Juez.

“Soy un hombre orgánico y acato lo que decida mi partido, más allá de mi posición personal”, aclaró García, para rematar señalando que “Giacomino sabe desde siempre que así como me honró con este lugar, puede disponer de él cuando así lo decida, y sin enojos personales”.

Otro dato a tener en cuenta es que García debe atravesar en los próximos días circunstancias muy difíciles para su futuro político inmediato, cual es el comienzo del juicio oral y público -la primera audiencia está prevista para el 26 de mayo, a un mes de las elecciones legislativas- sobre su participación en la quema de un restaurante en el Parque de las Naciones, allá por noviembre de 2002.

En este juicio pesan serias imputaciones sobre García, inclusive la posibilidad de prisión efectiva y accesorias sobre inhabilitación para ejercer cargos públicos, dentro de la cual quedaría aludido su rol de presidente de Crese e, incluso, su condición de empleado de planta de la Municipalidad.

Si el alejamiento de García se produce antes del inicio del juicio -muy probablemente condenatorio por la calidad de las pruebas acumuladas-, el costo político para la Municipalidad sería inferior a la alternativa de exponer a un funcionario de primera línea a una grave sentencia.

Además de García, el Directorio de Crese está compuesto por un director (Walter Gispert, un dirigente radical de Carlos Paz) y un representante de los trabajadores (Eduardo Bianchi).

Fuente: La Mañana / (Córdoba) – Córdoba – Argentina