Los paradigmas ambientales pueden entenderse como modelos que responden a la concepción predominante sobre la cuestión ambiental y que se expresan en la definición de la política ambiental del Estado.
Desde sus inicios, la gestión actual en la Municipalidad de Córdoba encaró la política ambiental como política de Estado e incluyó en el concepto al ambiente construido y artificializado y las acciones ecológicas entre todos estos elementos y entre ellos y la sociedad.
En ese sentido, y a partir de nuestras acciones de gobierno, si de algo estamos convencidos es de que logramos instalar la problemática ambiental como parte de la agenda social, no sin el incremento de demanda que ello implica.
Desde el momento de nuestra asunción en el gobierno municipal, comenzamos a cambiar los paradigmas de la política ambiental de la ciudad de Córdoba. Esta decisión fue plenamente necesario encararla, fundamentalmente a partir de encontrarnos, al momento de hacernos cargo, con la principal dificultad en esa materia: la ausencia del Estado.
Crese, el modelo del cambio. Un ejemplo concreto del alcance de nuestra política ambiental quedó expresado cuando decidimos y anunciamos la creación de una empresa estatal de gestión de residuos, lo que generó un convulsionado debate en la opinión pública. Amigos y adversarios reaccionaron con la misma alarma, traducida, según el caso, en pedidos de prudencia o imputaciones de irresponsabilidad.
Sin embargo, la puesta en funcionamiento de Crese generó aquellas acciones ya definidas por Arthur Schopenhauer cuando planteaba: "Todas las grandes nuevas ideas pasan por tres etapas. La primera es el ridículo… La segunda es la oposición violenta; entonces, finalmente, se aceptan como si siempre hubiesen sido evidentes".
La puesta en funcionamiento de Crese se llevó adelante no sólo para suplantar a una empresa privada por otra pública. Crese nació como una alternativa para encolumnar las políticas de residuos con nuestros objetivos de gestión en materia ambiental: inclusión social, preservación del patrimonio ambiental y construcción de infraestructura ambiental para el crecimiento.
Como en las grandes metrópolis, superamos aquella concepción que limitaba la política de residuos a la limpieza de la ciudad y el enterramiento de los residuos.
El nuevo paradigma. Hace casi 30 años la ciudad de Córdoba daba un trascendental paso en el manejo de sus residuos, al comenzar a depositarlos en un vertedero en Potrero del Estado para dejar de acumularlos en grandes basurales a cielo abierto.
Sin embargo, en las principales ciudades del mundo existen hoy tecnologías y mercados para aprovechar los residuos de manera adecuada desde lo ambiental y rentable en la faz económica.
Por eso, nuestra gestión llamó a licitación internacional, a través de Crese, para contratar un nuevo sistema de tratamiento final de los residuos, que nos permita dar un salto cualitativo similar al de hace tres décadas. El proceso que de manera impecable desarrolló Crese desde setiembre de 2009, pronto cumplirá un año. Sólo que algunos parecen recién enterarse de la necesidad de solucionar este histórico problema. Claro está que el manejo de la basura no ha sido prioridad para ellos.
Sin embargo, hoy misteriosamente aparecen actores políticos, medios de prensa o sectores interesados cuyo objetivo principal parece ser impedir que el área metropolitana de la ciudad de Córdoba avance en el cambio fundamental de tecnología en el manejo de los residuos.
Resulta escandaloso ver la hipocresía con que algunos se empeñan en tratar el tema. Parece que los residuos fueron "inventados" en los últimos años y que nadie produjera al menos un gramo. El orden de generación por habitante está en nuestra región en un kilo y medio por habitante por día. Y en ese valor entramos todos: funcionarios, vecinos, concejales, periodistas, empresarios, docentes, niños; clases altas y clases bajas; el médico y el empleado.
El problema radica, quizá, en que por primera vez en la historia hay alguien que ha decidido resolver este problema, de una vez y para siempre.
Es inentendible que existan algunos que quieran cabalgar sobre este tema apostando al fracaso de un plan integral de tratamiento de residuos. ¿Dónde estaban cuando los residuos eran manejados por un monopolio, donde cada día se enterraba más y más, ya que el municipio pagaba por tonelada enterrada? ¿Dónde estaban aquellos agoreros del fracaso cuando en la gestión municipal anterior el costo se multiplicó por cuatro, mientras que los residuos no alcanzaban a multiplicarse por dos? ¿Dónde estaban quienes hoy hablan de "dioxinas y furanos" cuando desde 1997 se quemaban los residuos patógenos en Potrero del Estado y fue esta gestión la que decidió su cierre por los valores de emisión de esos componentes que se encontraron?
No obstante, a la luz de los resultados, claro está que no nos hemos equivocado en el manejo de la basura. Por ello, con mayor rigurosidad en los controles por parte de las universidades Nacional y Tecnológica de Córdoba, garantizando un manejo sustentable en la disposición final y con el aprovechamiento completo de los residuos, seremos la primera ciudad del país en disminuir el impacto negativo que producen los residuos generados por los cordobeses.
No vamos a retroceder en el plan de manejo sustentable de residuos, sobreponiéndonos a quienes quieren construir su imagen desde la denuncia, ya que nada tiene para mostrar como logros.
El gobierno es un actor central para alcanzar estos objetivos, pero no el único. Contamos y esperamos seguir contando con el apoyo de los vecinos, las organizaciones sociales y las fuerzas políticas, para lograr esta meta que nos trasciende
La Voz del Interior (Argentina) 13-07-10