El programa de recolección de pilas y baterías usadas que lanzó Crese el lunes pasado tuvo un giro inesperado, ya que la empresa Taym rechazó realizar el tratamiento y disposición final de los elementos recolectados.
La semana pasada, desde Crese informaron sobre la puesta en marcha de la recolección de pilas y baterías, y aseguraron que el destino final de esos elementos era la planta de residuos peligrosos que Taym posee en un predio cercano a Potrero del Estado.
Pero desde esa empresa perteneciente al grupo Roggio rechazaron procesar lo recolectado. Ahora, en Crese pidieron la intervención de la Secretaría de Ambiente de la Provincia para que defina cuáles son los pasos a seguir.
“Fui a hablar con el subsecretario de Ambiente, Jorge Mosquera, para que me de una respuesta o para que interfiera ante Taym para que acepten las pilas”, declaró el presidente de Crese, Eduardo García.
Agustín Heredia, vocero del grupo Roggio, explicó que Taym no procesa más pilas y baterías luego de la gran polémica que se suscitó en agosto pasado por la intención del gobierno de la ciudad de Buenos Aires de enviar al predio de la empresa ese tipo de elementos.
Cabe recordar que finalmente se decidió cancelar la operación. Taym es la única firma que cuenta con las autorizaciones necesarias para el proceso de ese tipo de residuos. Allí, las pilas y baterías se colocan en bloques de cemento, y luego son dispuestas en un relleno controlado.
La intención de Crese es que Ambiente indique cuál debe ser el destino de las pilas, o en su defecto, que autorice a la empresa municipal a realizar el proceso de inertización.
Pese a ese problema, Eduardo García ratificó la continuidad de la recolección de pilas. “No vamos a dar marcha atrás con lo que hemos iniciado”, dijo el titular de Crese.
En los primeros días, se recogió un promedio de 20 kilos de baterías y pilas en cada CPC que serán resguardadas por ahora en la planta de Crese
La Voz del Interior (Argentina) 26-11-09