A 24 días de su puesta en funcionamiento, el nuevo enterramiento sanitario de la zona sur de la ciudad de Córdoba no generó los inconvenientes que temían los vecinos del sector. Por el contrario, están conformes por cómo se tratan los residuos, pero subrayan que sólo puede funcionar por un año.
El relleno sanitario, ubicado en un predio adyacente a la ruta nacional 36, en el extremo sur de la Capital, comenzó a recibir basura el pasado 1º de abril. Se tuvo que habilitar debido al compromiso asumido por la Municipalidad de Córdoba de clausurar el enterramiento de Bouwer.
Apenas se conoció la radicación del centro de procesamiento de residuos sólidos urbanos, los vecinos de la zona pusieron una férrea resistencia, que incluyó varios cortes de la ruta nacional 36.
Las protestas estaban encabezadas por los centros vecinales de los barrios Inaudi, Santa Rosa y por residentes de Nuestro Hogar III, urbanización localizada a unos 1.700 metros del predio elegido para enterrar la basura de la Capital y de otras 17 localidades.
Los vecinos temían por el impacto negativo en la zona y sus efectos en la salud. Había miedo a la proliferación de alimañas, a los malos olores y a la contaminación ambiental.
Tras tensas negociaciones, el intendente, Daniel Giacomino, suscribió una "tregua" con los vecinos, bajo el compromiso de tratar correctamente los residuos, realizar estudios ambientales y permitir el control y monitoreo sobre el funcionamiento del enterramiento.
Con ese acuerdo, el nuevo enterramiento comenzó a funcionar el 1º de abril, y ese mismo día se clausuró el relleno de Bouwer, que recibió por 28 años la basura cordobesa.
Hoy, 24 días después, los temores parecen haber cedido su lugar al trabajo en equipo y hay conformidad por cómo opera el predio.
"Hicimos una visita con especialistas en ambiente y vecinos. La primera impresión es que se está operando bien: no hay olores, no hay roedores ni voladura de bolsas", comentó Guillermo Molas y Molas, presidente del centro vecinal de Inaudi.
El recorrido se realizó el pasado 16 de abril, y hay otra visita prevista para este lunes. "Se observó que hay una adecuación de las obras realizadas con los requerimientos técnicos, la tapada de residuos se hace correctamente. Hemos notado que están cumpliendo con lo que corresponde al tratamiento", agregó el vecinalista, quien encabezó las protestas en contra del enterramiento.
Molas y Molas destacó el clima de colaboración entre los vecinos, las instituciones, el municipio y la empresa Crese, encargada de operar el relleno.
Oscar Perazzi, titular del centro vecinal de barrio Santa Rosa, también se mostró conforme con el funcionamiento del relleno. No obstante, se mostró cauto respecto del cumplimiento por parte del municipio de las obras compensatorias, como desagües y arreglo de calles.
"Esto es positivo, pero tendría que ser algo normal. Sería muy bueno para toda la sociedad cordobesa si se trabaja en forma ordenada con los vecinos en todos los temas", finalizó Perazzi.
Fuentes vinculadas a la Universidad Católica de Córdoba, que también puso resistencia a la radicación del nuevo relleno, se mostraron igualmente conformes sobre la situación.
"Lo interesante es la experiencia positiva de trabajar con los vecinos y las instituciones de la zona", remarcó el secretario de Ambiente municipal, Fernando Cámara. "Eso permitió que haya una instancia permanente de diálogo", agregó el funcionario.
Cámara valoró el panorama actual, sobre todo si se tiene en cuenta que el municipio contaba con credibilidad nula entre los vecinos del sur.
El plazo de cierre. Más allá del buen funcionamiento del enterramiento, tanto Molas y Molas como Perazzi enfatizaron que sólo puede estar allí un año, tal como lo prometió Giacomino.
En ese sentido, Cámara indicó que en los próximos días se estará concluyendo con el proceso licitatorio del nuevo sistema de gestión de residuos, paso fundamental para la clausura del relleno sanitario del sur.
Crese es la encargada de la licitación en la que hay un oferente, la firma estadounidense Innviron.
Conflicto con cartoneros
Sigue vigente un conflicto en la cooperativa de cartoneros que operaba en el predio de Bouwer. Se trata de personas de Villa Inés que se dedican al reciclado de la basura, y que quieren seguir trabajando en ese lugar. La comuna de Bouwer se opone
La Voz del Interior (Argentina) 24-04-10