El 22 de abril de 2010 –fecha en que celebra el Día de la Tierra– la Municipalidad de Paraná puso en marcha el programa Separar es Valorar en dos zonas de la ciudad. El plan apuntaba a instalar en los vecinos del centro y parte del sur de la ciudad el hábito de clasificar los residuos domiciliarios en origen para la posterior recolección diferenciada. En realidad, la gente de cuatro barrios sureños –Paracao, General Espejo, Kentenich y Lomas del Sur– ya tenía experiencia en el tema, pues la zona fue parte en 2006 de una prueba piloto considerada "exitosa" por autoridades del entonces intendente Julio Solanas y vecinos, pero que luego –con el cambio de gestión en la comuna– empezó a decaer.
Es que el gobierno municipal empezó en 2008 con la firme decisión de instalar una planta de tratamiento de residuos con tecnología francesa, que los procesaba sin discriminar. Sin embargo el proyecto terminó cayendo a fines de 2009 y el municipio resolvió disponer –a los pocos meses– la implementación de aquel plan de separación con el propósito de avanzar luego en un cambio acorde en la disposición y tratamiento de la basura. El marco de la medida fue una ordenanza aprobada en 2009, que justamente regula la modalidad de clasificación de desechos en orgánicos e inorgánicos. Contó con el apoyo de la Fundación Eco Urbano S:(con la cual se firmó un convencio), ecoclubes, y ONG que habían participado activamente en la primera experiencia. El plan oficial, ambicioso al principio, era seguir incorporando sectores de la ciudad. Disposición y programa fueron presentados y promocionados con profusión por esos días; pero con el paso del tiempo, la puesta se fue diluyendo.
Poco. "En los primeros tiempos se dio cumplimiento (al programa), ahora ha mermado bastante el tema de la separación. Es muy poca la gente que clasifica", dice Ramón Capiel, titular de la Dirección de Control Urbano de la Municipalidad. El funcionario recalcó que el cumplimiento del plan fue efectivo "en los primeros días" y que después los vecinos volvieron a los viejos hábitos de "poner todo junto". Y relaciona ese comportamiento al hecho de que por ejemplo, los frentistas sacan las bolsas los días feriados, obligando a la comuna a realizar recorridos de recolección de emergencia, justificó.
En los barrios. Raúl Milocco, presidente de la comisión vecinal Lomas del Sur, afirmó que "hace tiempo que no se hace (la recolección diferenciada) en este barrio". Lamenta y recuerda que fueron la segunda vecinal, después de Kentenich, en instrumentar en la primera experiencia y que la modalidad se había arraigado entre los vecinos. Mencionó que la preocupación quedó planteada en una reunión que mantuvieron el año pasado con el intendente José Carlos Halle: "Le dijimos que era una lástima (que no se hiciera más) porque nosotros ya habíamos empezado". Ahora, la gente saca la basura sin discriminar, siendo que había algunos vecinos que hasta tenían dos cestos instalados (uno para cada tipo de residuos), describe. Para el vecinalista, se debería retomar la recolección diferenciada, pues "como ciudadanos es lo menos que se puede hacer", y plantea por último que el vecindario nunca conoció los resultados de la clasificación realizada el barrio entre 2006 y finales de 2007, cuando la tarea era acompañada por una recolección diferenciada en la zona y los residuos orgánicos se llevaban a un sector del Acceso Norte y se los procesaba para terminar en abono, según las informaciones de ese momento.
Un testimonio similar es el de Enrique Warle, vecinalista de Paracao en esos años. Dice que en su barrio la clasificación de basura "no se hace más" y que todavía quedan vecinos que si bien en sus casas arrojan en bolsas separadas los orgánicos de los inorgánicos, sacan todo a la calle a la vez, el mismo día. "Como nadie controla, lo sacan afuera en una sola bolsa", explica y plantea que el eslabón fundamental para que el programa funcione son los recolectores en la tarea de inspección.
En tanto, desde la vecinal Sáenz Peña –zona centro–, Noemí Betti recuerda que con motivo del lanzamiento del programa, se repartieron volantes en el barrio y si hicieron tareas de difusión en colaboración con la Unidad Municipal Nº 1. Para Betti, hay vecinos en su zona que siguen clasificando la basura –pese a que luego todo vaya a parar al Volcadero municipal– y otros que no. La separación de residuos "es un tema de educación. Se empezó con mucha fuerza y como todo después decayó", reflexionó la vecinalista, para quien es fundamental también el proceso –disposición final y tratamiento– de los desechos. Betti menciona, en relación a los hábitos, el hecho de que haya vecinos que porfían y sacan a la calle los residuos en horas y días no permitidos.
La multa es más cara por sacar a deshora la bolsa
Ramón Capiel, titular de Control Urbano municipal, recordó que la directiva de cobrar multa a los vecinos que sacan en días y horas prohibidos la basura sigue vigente. Hasta hace poco –dijo el funcionario–, la sanción era un pago que rondaba los 22 pesos. Ahora, en cambio, "se cumple la ordenanza" y la multa corresponde al valor de 30 litros de nafta súper. En el último fin de semana largo, en Semana Santa se labraron 200 actas de infracción en la zona comprendida entre bulevares, detalló el funcionario.
Seguidamente Capiel hizo hincapié en los problemas que causan las bolsas de residuos expuestas en la vía pública los días en que no hay recolección. Por ejemplo, "cuando llueve tapan los desagües y es un desastre" dijo para fundamentar luego la necesidad de realizar servicios de recolección de emergencia.
AL MARGEN
Días. El sistema instrumentado en abril de 2010 dispone que en el centro, los residuos húmedos (orgánicos) y peligrosos son recolectados durante los días domingos, lunes, miércoles y viernes; y los secos (inorgánicos) los martes y jueves, en los horarios habituales. En los barrios de la zona sur (en las manzanas comprendidas entre las calles General Espejo, Sarobe, Avenida Ramírez y Padre Uva), los residuos orgánicos o húmedos y los peligrosos se juntan los lunes, miércoles y viernes, mientras que los inorgánicos o secos los martes, jueves y sábados, en los mismos horarios.
Legislación. En marzo de 2009 se sancionó la ordenanza Nº 8.824, que establece se implemente en el ámbito de la ciudad de Paraná el programa de separación en origen de los Residuos Urbanos Domiciliarios (…) en forma sanitaria y ambientalmente adecuada, a fin de poner en marcha un Sistema de Recolección Diferenciada a escala municipal. Entre los objetivos de la norma figuran: promover la reducción del volumen per cápita y la cantidad total de residuos que se producen, la toma de conciencia por parte de la población respecto de los problemas ambientales que los residuos sólidos urbanos generan y posibles soluciones, así como también el desarrollo de programas de educación ambiental formal e informal yla preservación de los recursos ambientales y la higiene de la ciudad a partir de un adecuado manejo de los residuos sólidos urbanos.
Clasificación. La norma define qué son cada uno: residuos orgánicos o húmedos a todos aquellos materiales provenientes de los desperdicios alimenticios (cáscara y recortes de verduras y frutas, desperdicios de café, cáscara de huevos y restos de alimentos, etc.) y que, por procesos de fermentación, son potenciales generadores de biogases (metano, dióxido de carbono). En tanto, los inorgánicos o secos son todos aquellos materiales residuales provenientes de compuestos inorgánicos (vidrio, plástico, cartones, papeles, bolsas de plásticos , metales, ropa, calzado, artículos de perfumería, etc.) y todos sus derivados.
El Diario de Paraná (Argentina) 26-05-11