Argentina | Entre Ríos | 12-07-2013

A partir de una mayor concientización, son cada vez más las ciudades entrerrianas que optan tanto por la recolección diferenciada y por el reciclado de los residuos, como es el caso de Federal, Victoria, La Paz, Chajarí, Cerrito, Crespo y Oro Verde, entre otras. Aún retrasada, Paraná está dando los primeros pasos en un proyecto que permitirá optimizar la calidad de vida de quienes sustentan su trabajo en base a lo que otros desperdician y reducir notoriamente el volumen de la basura. Desde el municipio estiman que en octubre podría estar lista la infraestructura edilicia que se construye en las inmediaciones de República de Siria y Ameghino, en el predio pegado a la escuela Bazán y Bustos.
El secretario de Infraestructura y Planificación de la comuna, Guillermo Federik, señaló a diario Uno que “se está construyendo la infraestructura edilicia para albergar las cintas clasificadoras, que a su vez se están fabricando en una empresa de la localidad de Rafaela que ganó la licitación”.

El galpón donde se efectuará el trabajo, una vez terminada la obra, tendrá una superficie de 20 metros por 75 metros; también se complementará con otras instalaciones y una playa de maniobras. “Será una planta tecnológica con todas las medidas de seguridad, entre otros aspectos para evitar la propagación de malos olores y de ruidos. No se dispone a cielo abierto ningún tipo de residuo”, indicó el funcionario. A su vez, estimó que la finalización de este emprendimiento será “en octubre o a más tardar en noviembre”, y destacó que “se trata de uno de los elementos que se concatenan en todo el proceso de gestión y manipulación de los residuos sólidos urbanos, con la posibilidad de clasificarlos en una planta de esta naturaleza. Esto tiene dos efectos que son muy importantes para las ciudades en general. En un principio porque disminuye notoriamente el volumen de residuos hasta en dos tercios de su volumen, que ya es una ventaja en sí; y se aprovecha una gran cantidad de los denominados residuos secos, lo que genera una mayor racionalidad en cualquier tipo de disposición final”.

“Lo más importante es que el producido económico de la basura se socializa con la comunidad de los trabajadores, que mediante una cooperativa va a poder comercializar los residuos sólidos urbanos, cuyos beneficiarios hoy no son quienes los recogen, sino manos privadas: de chatarreros o intermediarios, quienes tienen un negocio privado a partir de la basura, que es pública”.

“Esto va a llevar a mejorar las condiciones de vida de los trabajadores de la basura del Volcadero, que podrán realizar su tarea en una planta tecnológica debidamente acondicionada, con todas las medidas de higiene y seguridad necesarias, dignificando su trabajo”, concluyó.

FUENTE:
Análisis digital ( Argentina )