Lo aprobó el Concejo Deliberante de esa ciudad. Olga Noemí Gallo explicó cómo se realizará el cambio paulatino de las bolsas. Además, señaló que el Ejecutivo municipal hará un control al respecto e individualizará al comercio que cumpla con la norma.

Luego de la aprobación de la ordenanza, los comercios vialenses tendrán, “seis meses” para ir cambiando las bolsas, según expresó la concejal Gallo. “Tendrán hasta enero para sacar de circulación las bolsas anteriores y comprar las bolsas oxiobiodegradable”, resaltó a LT14.
Cumplido el lapso establecido, el Ejecutivo municipal realizará un control y verificará si se está cumpliendo y "marcará" al comercio que adhirió a esta ordenanza.
Al mismo tiempo, destacó que la gente de la ciudad “está de acuerdo porque todos -aseguró la edila- queremos una ciudad limpia”. Añadió que todo lo que están realizando “es para una concientización de toda la población”.
“Apostamos a tener un espacio más saludable, que sea la ciudad cada vez más limpia, tenemos que erradicar los basurales; por eso aportamos a la planta de tratamiento de residuos”, informó finalmente la edil.

• Diferencias
Los plásticos tradicionales están formados por cadenas moleculares compuestas por átomos de carbono e hidrógeno. Estos átomos están ligados fuertemente entre sí. Debido al tamaño y peso de las cadenas moleculares y también por la fuerza de estas ligaduras, puede llevar más de 400 años que este tipo de material se descomponga en la naturaleza.
En cambio, las bolsas oxibiodegradables incorporan un ingrediente especial que no modifica las características básicas y deseables del producto final. Sin embargo, al fragilizar las ligaduras entre los átomos y moléculas, el ingrediente convierte al producto en un material sensible a factores como luz solar, humedad, temperatura y stress del film, además de convertirlo en una sustancia digerible por microorganismos, iniciando así el proceso de degradación natural.
Con las ligaduras fragilizadas por este ingrediente y con la presencia de algunos de los factores a los cuales el producto final es sensible, se rompen las ligaduras entre los átomos, que se separan y quedan libres para nuevas ligaduras con átomos de oxígeno existentes en el medio ambiente. En contacto con el oxígeno libre en el medio ambiente, los átomos de carbono e hidrógeno “liberados” se combinan formando nuevas moléculas de agua (H2O) y dióxido de carbono (CO2).
El resultado de esta degradación natural es agua, dióxido de carbono y biomasa, elementos inofensivos al medio ambiente. De esta manera, las bolsas oxibiodegradables inician su proceso de degradación natural pocos meses después de ser descartadas.
A los efectos de comparación, la cantidad de dióxido de carbono y agua resultantes de la degradación natural de una bolsa oxiobiodegradable, corresponde a lo que cualquier ser humano exhala a través de la respiración, después de ingerir un pequeño pedazo de pan: dióxido de carbono y vapor de agua.