El gobierno de Celso Jaque defendió la adjudicación del sistema de recolección y tratamiento de residuos patológicos a un monopolio controlado por el holding Pescarmona. El secretario de Ambiente, Guillermo Carmona, y el subsecretario de Planificación del Ministerio de Salud, Ricardo Landete, fueron las espadas del Gobierno frente a las cuatro comisiones del Senado que dictaminarán sobre la conveniencia o no de la adjudicación.
Carmona enfatizó la defensa de la “razonabilidad del precio” con que se empezará a brindar el servicio en caso de completarse el proceso de aprobación. Justamente ese fue el tópico en el que hizo foco la oposición del Senado durante la reunión, que se extendió por dos horas y media.
Dos senadores que son médicos en su actividad privada cuestionaron el precio previsto para el inicio de la nueva prestación. Omar Dengra (CONFE) y Abel José (UCR) expusieron contra la tasación del servicio establecida en el contrato.
José comparó la tarifa local, fijada en $11, con la de otras provincias, como Córdoba, que no llega a la mitad de ese monto. Mientras que Dengra dijo que no entendía cómo se llegaba a ese monto para Mendoza.
Carmona repitió varias veces que “el precio por la calidad del servicio que se va a prestar es razonable”. Y varias veces enfatizó sobre la “transparencia” con la que actuó la Secretaría de Ambiente durante su gestión en el proceso licitatorio, que se inició durante la gobernación de Julio Cobos. Por su parte, el peronista Ricardo Bermejillo advirtió de que tendría que blanquearse el aumento que sufrirá el costo de la atención de cada paciente a partir del incremento de los costos para deshacerse de los residuos patológicos que tendrán las clínicas y hospitales. “Yo no sé si le preguntaron a la OSEP qué pasará cuando en lugar de pagar $120 por la internación diaria de un paciente tenga que pagar $20 o $25 más por el mayor costo que generarán los residuos patológicos”, consideró el peronista.
Landete contestó que “hay muchos factores que afectan los costos de la salud y los estamos discutiendo con todas las partes involucradas”. Carmona reforzó la aclaración de Landete asegurando que “nosotros hemos hablado con todos los actores que están abiertos a la discusión”. Y deslizó intencionalidad política detrás de los opositores al sistema, entre los que resaltan por su dureza los actuales transportistas de patogénicos.
Sin embargo, a renglón seguido Carmona admitió que el Gobierno no descarta reconvertir la actividad de las cinco empresas que actualmente prestan el servicio de recolección de residuos patológicos, las que por el esquema que apuntala la gestión Jaque se quedarán sin trabajo. En esta tarea, dijo el secretario, “estamos conciliando ideas con la Asociación de Clínicas y Sanatorios”.
Los responsables de estas empresas participaron de toda la reunión de ayer a la mañana, aunque la misma tenía como único objetivo que el Gobierno planteara su postura frente a las comisiones del Senado que tienen que dictaminar.
En los próximos días, tanto los transportistas como los hospitales y clínicas y los especialistas de la UTE TYSA–LAMCEF, destinataria de la licitación, tendrán su chance de exponer ante los legisladores. Ayer, los transportistas se quejaron por lo bajo cada vez que intervino un funcionario del Gobierno en la reunión.

Idas y vueltas en el manejo hospitalario
Después de varios problemas provocados por los residuos patológicos en los generadores, el Gobierno avanza en un plan para cambiar los criterios de selección de este tipo de desechos. El plan incluye conocer con qué protocolo está trabajando hoy cada hospital para después armar un programa único para todos los generadores de patogénicos del sector público.
Esta iniciativa confirma el desmanejo que el Ministerio de Salud tuvo sobre esta problemática. Cada hospital tiene su propia línea de acción, además de sus programas de capacitación. Antes de encarar un plan único, el Ministerio de Salud bajó instrucciones encontradas sobre el manejo de residuos patológicos a los nosocomios públicos. Una de éstas instaba a los centros sanitarios a ampliar el criterio sobre la basura de ese tipo generada en los generadores públicos.
Como informó UNO ayer, en el hospital de niños Humberto Notti se colapsó el manejo de la basura patogénica debido al acatamiento de una orden emanada de la Subsecretaría de Planificación en Salud, comandada por el cuñado del gobernador Celso Jaque, Ricardo Landete.
El Notti pasó de llenar 20 o 30 cajas con patológicos a 100 por día. Entonces, los insumos para empaquetar esos desechos se terminaron antes de lo previsto y como la compra de nuevas cajas debía hacerse con una licitación previa, las bolsas rojas llenas de residuos hospitalarios quedaron depositadas en dependencias del hospital pediátrico.
La alarma sobre el posible mal manejo de los residuos patogénicos en los hospitales públicos se encendió cuando fue hallada una pierna amputada a un niño en el Notti en el basural de Puente de Hierro, en Guaymallén, el cual está destinado a contener exclusivamente desechos domiciliarios.
La presión del intendente Alejandro Abraham, de Guaymallén, y la de los ambientalistas de OIKOS, que denunciaron a la comuna por la pierna hallada, empujaron al Ministerio de Salud a ponerse más riguroso en la materia.
Sin embargo, tras el colapso sucedido en el hospital de niños, la cartera dio marcha atrás en la orden inicial y ahora el Notti junta unas 40 cajas de patológicos por día.

Diario Uno (Argentina) 06-11-09