En los años 80 era casi impensado que en algún momento los residuos de los equipos tecnológicos llegarían a ser tantos que demandarían un tratamiento especial. Pero esa situación finalmente llegó y no hay respuesta, al menos por el momento.
Desde la comuna analizan las alternativas para dar una disposición segura y ordenada a la basura producida por computadoras, televisores e insumos informáticos ya que hasta el momento todos estos equipos son finalmente arrojados al relleno sanitario de la ciudad.
Si bien no hay aún estimaciones oficiales acerca de las toneladas de este tipo de residuos que son generadas por año en la ciudad, el subsecretario de Gestión Urbana y Ambiental del municipio, Alejandro Hurtado, adelantó que se está analizando "qué hacer con este tipo de basura porque más allá de tener partes que pueden ser recicladas lo más grave que pasa es que termina siendo retirada por los recolectores o cirujas quienes luego de probar que no sirve o de sacar lo que servía la terminan tirando en cualquier lugar".
Hurtado explicó que "como no hay ninguna normativa, ni nacional, ni provincial, ni municipal que indique cómo tratar estos residuos, se los termina arrojando en el relleno sanitario y son recolectados de las casas por el mismo personal de Cliba".
El funcionario advirtió que "solamente las pilas tienen una disposición especial que en general tiene que ser manejada por sus vendedores, porque a fin de cuenta las pilas de equipos informáticos y las de celulares son altamente contaminantes".
En este proceso de renovación tecnológica, varias empresas radicadas en el Parque Industrial ya adoptaron medidas especiales de tratamiento para este tipo de residuos, dado que su manejo sí es contemplado dentro de las más elevadas normas de seguridad y calidad.
En tanto, algunas empresas especializadas como Indarsa y Conarsa utilizan ese tipo de residuos para reciclar sus partes plásticas y metálicas.
"Hay que hacer un estudio integral de los residuos sólidos porque si bien por ahora no son un gran problema este tipo de elementos, sí nos damos cuenta de que se trata de residuos especiales que hay que tratar de alguna forma diferencial", señaló Hurtado.
Ya sea en el relleno sanitario de la meseta, o en las decenas de microbasurales que pululan en todos los extremos de la ciudad el avance cada vez más inmediato de las tecnologías y la venta de, por ejemplo 150 pantallas de LCD por día, anticipan un crecimiento exponencial de los residuos tecnológicos dentro de la ciudad
Diario Río Negro (Argentina) 25-05-10