En medio de la polémica por el basural regional, el Ejecutivo anticipó un ambicioso plan de “basura cero” que incluye la reducción de residuos en los domicilios, con un programa de concientización y educación ambiental. Fue promovido por el subsecretario de Medio Ambiente, Pablo De Brito junto a ONG y además anticipó que el proyecto es contar con varias canteras adaptadas para sitios de disposición final de residuos.
La negativa del Municipio de Bariloche de respaldar el basural regional con el financiamiento obtenido del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) tuvo además de la crítica a la operatividad y los costos de ese proyecto, el impulso de un nuevo plan que elabora el Ejecutivo junto a cuatro ONG ambientalistas.
El subsecretario de Medio Ambiente sorprendió ayer en la reunión de la comisión Pro Basurero Regional, cuando afirmó que el plan de Bariloche de mantener el sitio de disposición final de residuos dentro del Ejido Municipal podría estar dividido en “varias canteras” que se remediarían para este fin con una proyección de vida útil de 30 años cada 5 hectáreas, pero aún no cuentan con los estudios de factibilidad que realizaría una consultora contratada por el BID, cuya licitación ya se abrió meses atrás y debe confirmarse en estos días quien será la encargada.
La proyección de residuos secos –luego del proceso de separación de elementos reciclables y líquidos- que irían a los sitios de disposición final están medidos en un 15% del total de los residuos que se generan, contando con que la comunidad se concientizará en una serie de prácticas del tratamiento de la basura para reducir la cantidad de residuos que arroja de manera diaria.
Actualmente se estima que cada familia arroja 1 kilo de basura por día y por esto se conforman unas 60 toneladas diarias de residuos secos (ya separados) y compactados.
Ante la insistencia de legisladores y concejales que promueven el basural regional en el departamento de Pilcaniyeu, De Brito indicó: “hay alternativas” y relató que en los últimos días se elevó al intendente Marcelo Cascón un proyecto de “basura cero” que elaboró su área junto a organizaciones no gubernamentales como la Asociación de Recicladores Bariloche, y las ambientalistas Piuké, Árbol de Pie y Fundación Florens.
Ese proyecto incluye un trabajo de concientización de la gente en patrones de consumo y clasificación en origen.
Según relató ante las autoridades reunidas ayer en Dina Huapi la propuesta incluye que la gente debería comenzar a analizar cuando va al supermercado cuántos envoltorios tiene el producto que va a comprar, con qué material está hecho, además de volver al viejo método de que aquellos que tengan tierra en su patio vuelvan a enterrar los residuos orgánicos.
El entierro de los residuos había sido mencionado minutos antes por el legislador Enrique Muena como una vieja práctica irrisoria en estos tiempos, pero luego De Brito refutó esa expresión y opinó que era una de las mejores prácticas para reducir la cantidad de residuos que se arrojan
ADN (Argentina) 17-11-09