Río Negro se apresta a regularizar la disposición final de los residuos electrónicos e informáticos con la intención de establecer el primer antecedente ante la acumulación oficial y particular de este tipo de equipamiento.
La intención es promover la reutilización y el reciclado, así como cualquier otra forma de revalorizar este tipo de desechos. Se permitirá establecer además la eliminación o bien disposición final en rellenos sanitarios o de seguridad.
Se buscará adoptar medidas conducentes al mejoramiento generalizado del comportamiento ambiental de todos los agentes que intervienen en el ciclo de vida de los aparatos eléctricos y electrónicos, en carácter de productores, distribuidores o consumidor; en particular de aquellos agentes directamente implicados en el tratamiento de los residuos derivados de estos aparatos.
La normativa impulsará que dentro de la reutilización se establezcan vínculos con empresas de reciclado o los fabricantes de los productos, mientras que en casos de eliminación se atiendan los preceptos trazados por la Ley Nacional de Residuos Peligrosos Nº 24.051.
En este sentido, el Poder Ejecutivo provincial quedará facultado para firmar convenios para tercerizar las operaciones con empresas nacionales dedicadas al tratamiento parcial o integral de los residuos.
Una vez que el proyecto quede aprobado en la Legislatura se impondrá la obligación de no eliminar los aparatos eléctricos y electrónicos como residuos urbanos no seleccionados y de recogerlos en forma selectiva.
La propuesta establece una categoría de aparatos eléctricos o electrónicos incluyendo computadoras, equipos electrónicos de consumo, aparatos de alumbrado, herramientas, equipamiento de electromedicina, máquinas expendedoras, instrumentos de vigilancia y control, equipos refrigeradores, estufas de cuarzo, aire acondicionado, lavavajillas, calculadoras, telefonía móvil y fija, video-cámaras, fotocopiadoras y amplificadores de sonido.
La iniciativa partió del Bloque Redes fundamentada en que debido al fenómeno tecnológico, cada vez más veloz, la basura electrónica se ha convertido en un negocio altamente rentable y de ello dan cuenta los emprendimientos que en la Argentina ya han sido puestos en marcha. Este tipo de residuos suma unas 100.000 toneladas anuales, generando cada argentino en promedio casi un kilo de residuos domésticos. Al año se producen entre 300 y 365 kilos, es decir un tercio de tonelada de residuos por habitante.
"Frente a ello –apunta Redes– la cifra de un kilo de chatarra electrónica por año parece poco, pero el impacto ambiental de disponer de una heladera o monitor es un mucho mayor que los restos orgánicos o envases".
El legislador Fabián Gatti del mencionado bloque indicó a "Río Negro" que este proyecto fue reflotado en el marco de una serie de negociaciones parlamentarias.
Diario Río Negro (Argentina) 05-07-10