Mientras funcionarios y especialistas discuten la manera de resolver el grave problema de contaminación de los ríos y embalses de la provincia, un amplio porcentaje de la comunidad güemense continúa generando microbasurales. El mal manejo de la basura, más allá de los potenciales problemas de salud que conlleva y de la mala imagen que le dan a la ciudad, ahora se ha trasformado en la razón principal por la cual algunos barrios se inundan con las lluvias.
Tal fue el caso de la tormenta caída el lunes pasado, la primera de la temporada. Ese día, varias calles que históricamente se inundan por el desnivel del terreno, no pudieron desagotar las aguas por los canales derivadores construidos expresamente para direccionar la corriente pluvial, por la abundante basura que los taponaba. De esta manera, los vecinos del asentamiento Evita y de un sector del barrio 1º de Mayo, se vieron afectados.
El canal que corre paralelo a la ruta 10 se vio obstaculizado por la gran cantidad de bolsas de residuos arrojadas en su cauce en los últimos meses. El plástico impidió el paso del agua bajo un puente fabricado con caños de cemento, por lo que se desbordó y anegó varias viviendas.
“Hay muchas familias que no esperan el paso del camión recolector y arrojan la basura en cualquier parte, y los canales son los lugares preferidos”, expresó la secretaria de Acción Social, Claudia Singh.
“Nos llevó un día entero extraer los deshechos acumulados. Esta tormenta nos sirvió para evaluar la operatividad del canal”, afirmó el secretario de Obras Públicas, Oscar Romero. “Creo que debemos ampliar el puente con un caño más, pero si no se respeta su limpieza, todo esfuerzo será inútil”, advirtió tajante.

El Tribuno (Argentina) 24-10-09