La lluvia, esa bendición tan esperada y necesaria, estuvo presente durante casi siete horas ininterrumpidas en Merlo. Al mediodía, con el temporal instalado y casi sesenta milímetros acumulados según datos de la Cooperativa de Agua, Defensa Civil y Bomberos Voluntarios encendieron un alerta previsible: enormes e irrefrenables moles de agua y piedras comenzaban a descender raudamente desde las sierras hacia la ciudad.
La sorpresa fue que esas crecientes también bajaron arrastrando a su paso pilas de escombros y basura que descansaban en los cauces secos y sobre las orillas, desperdigándolos en los campos del oeste, cerca de Santa Rosa.
De acuerdo a lo que mostraron alrededor de las 13 los arroyos El Tigre, Juan Pérez, Piedra Blanca y El Molino, el problema de los residuos en la villa turística excede al basural a cielo abierto y la ausencia de cestos en la céntrica Avenida del Sol.
A pesar de los reclamos que los vecinos plantearon en el Concejo Deliberante y el anuncio municipal de trabajos de limpieza sobre los cauces, incipientes cúmulos de basura crecieron descontrolados en los lechos vacíos.
A ellos se sumaron las extracciones de áridos y el peligroso reencauzamiento realizado sin autorización junto al loteo Las Moreras, en arroyo El Molino, que bajó furioso e ingresó en algunas viviendas de la zona.
Flotando en las riadas podían verse bolsas rotas o perfectamente anudadas que chocaban contra las rocas y desparramaban pañales y botellas plásticas.
En El Tigre, a la altura de calle Juana Azurduy, la crece fue alimentada con enormes bloques de yeso, ladrillos, baldes y latas oxidadas que tiraron los vecinos.
También fue llamativa la cantidad de restos de poda coladas en el agua, fácilmente diferenciables de las ramas arrancadas pues estaban prolijamente cortadas en sus extremos.Inspectores, policías y bomberos cortaron preventivamente el tránsito en cada calle que cruzaba el camino de las aguas. También hubo un operativo sobre ruta N° 1, donde además del desbordado arroyo El Molino descendieron masas de barro por las calles laterales y embancaron autos. Y casi todas las arterias sacaron a relucir nuevamente cientos de baches.

El Diario de la República (Argentina) 14-10-10