En el barrio Santa Rosa de Lima el municipio construirá un Punto Limpio, un espacio donde los recolectores informales podrán subclasificar de manera organizada lo que obtienen de la recolección de residuos secos en la ciudad. En la barriada, 110 familias subsisten de juntar desechos y es la zona en la que más minibasurales se generan. Es que los cirujas separan en los alrededores de sus viviendas lo que levantan de la calle y ahí mismo abandonan y queman lo que sobra. De ahí la necesidad de implementar medidas para contener la actividad.
El jueves próximo, en el Palacio municipal se darán a conocer las ofertas de las empresas interesadas en construir el Punto Limpio Sur. El proyecto incluye, además, la ampliación del alumbrado público; la construcción de un centro deportivo; el mejoramiento de los cruces vehiculares y peatonales existentes y la construcción de nuevos. El presupuesto oficial es de $ 5.314.943 y será financiado por el gobierno nacional y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en el marco del Programa de Mejoramiento Barrial (Promeba II).
María Angélica Sabatier, coordinadora de la Unidad Ejecutora Municipal de Promeba, estimó que si se cumplen los plazos de la licitación y el normal ritmo de trabajo, la primera mini planta de clasificación instalada en el interior de un barrio estaría terminada en la segunda mitad de 2011.
Simple y organizado
La experiencia en Santa Rosa hará punta pero no será la única ya que de cumplir con las expectativas se construirá una segunda planta y se repetirá en otros barrios que aún no fueron definidos. El primer Punto Limpio se ubicará en un terreno cercano a la escuela Monseñor Zazpe, mientras que el próximo se hará al oeste de calle Mendoza.
En la planta los mismos recolectores subclasificarán residuos secos que luego venderán. En ese sentido, Sabatier explicó que “el objetivo es romper la cadena de la manipulación de la basura mezclada, mejorar la comercialización de lo que obtienen y alejar a las familias del contacto con los desechos”.
La instauración de este proyecto va unida a la implementación de la separación domiciliaria de residuos húmedos y secos del plan Cambio Verde y su ampliación en un futuro. “Los recolectores no trabajarán más con la basura mezclada porque subclasificarán la seca generando volúmenes que permitan mejorar los precios de venta a los acopiadores”, precisó la funcionaria. Lo que sobre, será retirado por la misma empresa que realiza la recolección en la ciudad y la depositará en el nuevo relleno sanitario.
El Punto Limpio es un ambiente organizado y limpio con ciertas normas de trabajo que disminuye el contacto con la basura, los olores y los riesgos sanitarios de manipular residuos”, reafirma Sabatier y agregó que “el ordenamiento intenta poner en práctica normas que no excluyan aún más a las personas que obtienen una renta de la actividad”. La regulación del cirujeo consiste en una estrategia a largo plazo y acumulativa. “No es posible lanzar un cambio de modalidad de gestión de la basura de un día para el otro porque es necesaria la participación y el consenso de los actores y sobre todo, la incorporación de nuevas prácticas y el consenso para hacerlo. Para ellos, juntar basura es una solución y no están dispuestos a abandonarla”, concluyó Sabatier.
De padres a hijos
La coordinadora del proyecto, María Angélica Sabatier, mencionó como otro de los objetivos del programa lograr la contención y seguimiento de los niños que participan de la recolección de basura. “El proyecto permite abordar también la situación de los menores para sacarlos del circuito. Por eso, está articulado con la iniciativa de la Huerta Familiar y con la capacitación en oficios para que el hijo de cartonero no sea cartonero”, precisó la coordinadora.
Si bien del relevamiento hecho por el municipio surge que 110 familias se dedican al cirujeo en Santa Rosa de Lima, la funcionaria consideró que es una cifra difícil de precisar ya que la tendencia señala que cada vez son más y migran. “Cuando los hijos de los recolectores cumplen 14 ó 16 van creando una nueva familia dedicada a esto. La idea no es reducir el número porque es muy complicado pero sí modificarlo mediante capacitación y control”, sostuvo.
16.500
personas
viven en el barrio Santa Rosa de Lima.
110
familias
se dedican a la recolección informal de basura.
El Litoral Vespertino (Argentina) 23-11-10