Con la vista puesta en el cuidado del medio ambiente y la salud de la población, el Concejo municipal de esta ciudad sancionó una ordenanza para la implementación de un programa de recolección formal de aceite vegetal usado en cocciones de alimentos. Si bien desde el Ecoclub local Patrulla Ambiental se viene desarrollando por medio de una empresa este tipo de tareas en restaurantes, bares y otros comercios del rubro gastronómico, la flamante norma permitirá regular la actividad. La ordenanza surgida a instancias de un proyecto impulsado hace un tiempo por los ediles justicialistas Raúl Quevedo y Gustavo Altamirano define como Aceite Vegetal Usado (Avus) a "todo aquel que por proceso técnico ya fue utilizado y necesita ser dispuesto ya que representa un daño a la salud humana". Prohibición. A partir de la reglamentación y puesta en práctica de la normativa, los establecimientos generadores de Avus, como restaurantes, rotiserías, servicios de lunch, entre otros, no podrán arrojar tales desechos en cloacas, pozos absorbentes, suelo, cursos de agua, y recipientes afectados a la recolección de residuos sólidos u otro destino que no sea el fijado expresamente por la empresa que autorice el municipio para la recolección de los aceites usados. Los propietarios de los comercio del rubro deberán disponer de un espacio físico para depositar los recipientes identificados con la leyenda "Aceite usado" que la firma recolectora entregará para el almacenamiento y posterior recolección, cuya frecuencia se acordará oportunamente. En tanto, el Area de Seguridad Alimentaria de la Municipalidad tendrá la responsabilidad de verificar que el aceite que se encuentre en uso cumpla con los parámetros establecidos en el Manual de Buenas Prácticas de frituras para los Avus, desarrollado por el centro de cereales y oleaginosas del Inti. La norma fundamenta en sus consideraciones que "los aceites vegetales usados en frituras procedentes del sector gastronómico aportan a nuestra sociedad dos problemas: uno en salud y otro ambiental". Cancerígenos. Y en ese marco advierte que "los Avus tienen componentes cancerígenos como acrilamidas y radicales libres, y su mal uso o reutilización es una amenaza para la salud del consumidor", para luego resaltar que "la existencia de circuitos informales hace que vuelvan al consumo humano en mezclas con aceites nuevos y/o en la elaboración de margarinas". Sobre el impacto negativo de los Avus para el medio ambiente remarca que "su disposición en las cloacas dificulta el procesamiento de los efluentes" y que de ser arrojados en pozos absorbentes produce su "impermeabilización". Además sostiene que al no existir legislación a nivel nacional sobre este tema "los generadores de Avus disponen de ellos a su criterio" y resalta que "si se lo dispone, recicla, y trata en forma adecuada es posible que sirva para otros usos como, por ejemplo, la elaboración de biocombustibles, entre otros". Para los autores de la iniciativa convertida en ordenanza "lo aprobado es un herramienta fundamental que intenta cubrir un vacío legal que tiene por objetivo velar por un ambiente más sano y la salud de la población".
La Capital de Rosario (Argentina) 25-05-11