La terminal de buses se convierte en la zona de mayor caos y peligro desde hace cuatro días, fecha en la que se realizó la intervención del edificio, cuando con la participación del Comité Cívico de Oruro y la Central Obrera Departamental (COD), cerraron las puertas de acceso para los usuarios y vehículos, exigiendo la reversión del edificio.
Miles de personas a diario realizaron largas colas para obtener un pasaje y abordar una flota que les permita viajar a La Paz, Cochabamba, Santa Cruz, Potosí y otras ciudades del interior del país. Las flotas se encuentran paradas en los alrededores de la terminal y los voceadores de pasajes están expuestos ante los delincuentes.
El dirigente de la COD, Raúl Quiroga, dijo que el gobierno debe dar una solución al conflicto, pero hasta el momento no ha tomado una determinación para la reversión del inmueble a poder del Estado, ya sea para la administración por parte de la Gobernación Departamental de Oruro o para que se haga cargo el Gobierno Autónomo Municipal.
Las puertas principales fueron cerradas por los trabajadores de la terminal. “La medida se mantiene inalterable”, afirmó uno de ellos, detrás de la puerta principal que se mantiene cerrada, donde únicamente existen letreros sobre la intervención de ese inmueble.
Los conductores de buses nacionales e internacionales se ubicaron en los alrededores de la terminal para lograr pasajeros, mientras que los delincuentes merodean por todas partes, en busca de los incautos que requieren los servicios para cargar o descargar los equipajes. “Los robos son permanentes”, afirmó Roberto Mendizabal, un pasajero que perdió su maleta y que se encontraba buscando al desconocido.
La presencia de basurales es peor. Por todas partes, existen residuos sólidos que están esparcidos por las calles aledañas. No existe ni siquiera funcionario de Tránsito que pueda regular el tráfico vehicular y tampoco existen agentes municipales que obliguen a los comerciantes a recoger los desperdicios.
Los horarios de viaje de los vehículos han sido alterados y no existen los letreros para la salida de las flotas. El pasado sábado y domingo hubo hileras de pasajeros que pretendían viajar a diferentes ciudades del país. Las colas se forman en las calles, alrededor de la terminal.
“Hasta el momento no existe una respuesta oficial del gobierno, para resolver este conflicto”, confirmó la presidenta del Comité Cívico de Oruro, Sonia Saavedra.
La única versión que había la semana pasada correspondía a un diputado del Movimiento al Socialismo, que anunciaba la intervención del gobierno a la administración de la Terminal, por incumplimiento de las normas establecidas por la autoridad de regulación del tráfico de transporte.
FUENTE:
El Diario (Bolivia) 10-07-12