Después de un largo proceso de elaboración, el Consejo de Ministros ha aprobado el anteproyecto de la nueva ley residuos para su remisión al Parlamento. Sus contenidos son poco ambiciosos y están lejos de lo que España necesita. El Ministerio ha renunciado a fijar como obligatorias medidas que se ha demostrado que son muy difíciles de tomar por una comunidad autónoma de forma aislada.
En este anteproyecto de ley, el Misterio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM) ha eliminado los objetivos de recogida selectiva de Materia Orgánica (biorresiduos) que inicialmente estaban planteados en anteriores borradores. Esta era una medida que, aunque insuficiente, suponía un avance con respecto a lo establecido en la anterior ley de 1998 y en la Directiva Marco de Residuos. Los impactos ambientales asociados a la mala gestión de la materia orgánica, que el propio MARM reconoce, hacen imprescindible establecer la obligatoriedad de realizar la recogida selectiva de materia orgánica. El anteproyecto definitivo no contempla ni objetivos ni obligatoriedad. Esto supone renunciar a obtener compost de calidad y a reducir la contaminación por lixiviados y las emisiones de gases de efecto invernadero. En 2009 el sector residuos representó un 4,3% del total de las emisiones en España, según el último informe al respecto de CCOO.
Por otra parte la nueva ley de residuos no establece ningún objetivo cuantitativo de reducción del volumen de residuos. No se plantean políticas de prevención, más allá de la sensibilización o los acuerdos voluntarios. Según la Directiva Marco, la prevención es la primera medida a tomar en la jerarquía de políticas de residuos. Esta ley la relega, una vez más, al olvido.
Por lo que se refiere a los objetivos establecidos de preparación para la reutilización y el reciclaje los que establece el texto aprobado se limitan a los recogidos en la Directiva Marco de Residuos, ni uno más. Estos objetivos son claramente insuficientes si queremos reducir las cantidades de residuos que se gestionan a través de las opciones de final de tubería (incineración y vertedero).
CCOO y el resto de organizaciones sociales, ambientales y de recuperadores que formamos parte de la plataforma RETORNA venimos reclamando que la nueva ley de residuos establezca de forma obligatoria un Sistema de Depósito Devolución y Retorno para algunos envases y así poder alcanzar altos objetivos de recuperación y reciclaje. Sin embargo, el texto de la ley sólo lo establece como una posibilidad de desarrollo posterior voluntaria para las comunidades autónomas. El MARM renuncia por tanto a avanzar en las obligaciones ambientales referidas a la gestión de los envases.
La ley contempla la posibilidad de establecer cánones al vertido y a la incineración, que ya existen en algunas comunidades autónomas. Sin embargo, el texto es ambiguo y dudamos de su aplicación si no se estima su obligatoriedad. Estas y otras medidas fiscales son imprescindibles para introducir criterios ambientales en el cambio hacia un nuevo modelo económico en la gestión de los residuos, que priorice la prevención, la reutilización y el reciclaje.
Otro aspecto negativo es que la incineración continuará recibiendo primas a través de los incentivos a la producción de electricidad en régimen especial establecidos en el RD 661/2007, a pesar de no ser una fuente de energía renovable.
En los últimos años, los planes de gestión de residuos de las distintas comunidades autónomas han rebajado su ambición alegando que restaría competitividad a las empresas. Esta ley consolida un escenario de competencia a la baja en lo que se refiere a requerimientos ambientales en las políticas de residuos.
Una política de prevención y gestión de residuos ambiciosa supondría cambios en las actividades económicas, generaría más empleo y de mayor calidad, Asimismo repercutiría de una forma más justa y equitativa los costes de estas políticas, que ahora soportamos entre toda la ciudadanía sin que guarde relación con nuestra generación de residuos ni con nuestros esfuerzos por reducirla. El anteproyecto que conocemos está a años luz de ser la pieza que esta materia necesita para avanzar hacia la sostenibilidad económica social y ambiental de la actividad económica.
Borradores anteriores de la ley de residuos incluían algunos avances importantes que ahora en el texto aprobado han sido descafeinados. Esto evidencia la poca firmeza del MARM, que ha cedido a las presiones de algunas comunidades autónomas y de agentes económicos. CCOO considera que el Ministerio de Medio Ambiente ha renunciado a incluir las propuestas más avanzadas y más exigentes desde el punto de vista medioambiental que distintas organizaciones sociales y ambientales hemos ido proponiendo en el proceso de información pública en el que hemos participado.
De mantenerse según el anteproyecto aprobado. La nueva ley de residuos volverá a ser otra oportunidad perdida para avanzar hacia un modelo de gestión de los residuos realmente sostenible y que dé respuesta a los graves impactos ambientales asociados a la generación y gestión de los residuos.

Fuente – Comunicación y Prensa Secretaría Confederal de Medio Ambiente de CCOO/ISTAS

Programa Infoambiente (Argentina) 05-03-11