Molestos y decepcionados de las autoridades municipales y nacionales se encuentran los residentes y dueños de propiedades ubicadas en el área turística de Farallón y Playa Blanca, debido al mal estado en que se encuentra el vertedero de Río Hato.
Según los quejosos, desde el mes de febrero, tanto el ministro de Turismo, Salomón Shamah, como el alcalde de Antón, Jorge Cáceres, prometieron cerrar en dos meses este vertedero, pero ya han pasado cinco y todo sigue igual.
Ana María Morrison, residente en las villas del Decameron, dijo que en Playa Blanca los niños y adultos han desarrollado alergias y problemas respiratorios.
Sobre las quejas, el alcalde Cáceres sostuvo que el municipio está a punto de aprobarle una concesión a la empresa Elmy Internacional para que se encargue del relleno sanitario.

FUENTE:
La Prensa (Panamá) 20-07-11