Argentina | Capital Federal | 30-10-2015
Denunciaron las políticas de exclusión de los recicladores y las acciones que tienden a profundizar los problemas de la contaminación ambiental, sin resolver la generación y aumento de la basura que se produce en la ciudad de Buenos Aires.
El gobierno de la Ciudad «no cumple la ley Basura Cero, cuyos objetivos eran ir disminuyendo la producción de basura en forma escalonada y llegar a 2020 cumpliendo este propósito, que es una tendencia mundial», aseguró a Télam Nidia Marinaro, de la ONG PropAMBA, durante el encuentro que se realizó hoy en la Biblioteca Nacional, del que participaron los distintos sectores involucrados en el reciclado de los residuos.
«¿Que pasa con la basura? Necesitamos una solución estratégica. Una visión sustentable que priorice la salud de todos», fue el eje de la jornada en la que se planteó que «la cantidad de residuos que generamos los porteños no se ha disminuido, actualmente alcanza el 1.9 millones de toneladas al año», precisó Marinaro.
«De esa cantidad de basura -continuó-, el 50 por ciento es residuo sólido, o sea material para reciclar que reingresa a la industria como materia prima, pero de ese 50 por ciento reciclable, el gobierno de la Ciudad negoció en forma aislada con algunas cooperativas, y no permitió crear un espacio y convertir a los recicladores urbanos en sujetos sociales con derechos, y por el contrario hace negocios parciales, buscando desarticular la posibilidad de unión de los recicladores».
Destacó que «los recicladores no reciben todo lo que la ley prevé, y además los residuos húmedos, que son la mitad de los residuos, se entierran en el Ceamse y nosotros sabemos que no puede seguir enterrándose la basura porque es nocivo para el medio ambiente», y añadió que tampoco «hay una política que tenga que ver con la educación, con la promoción del uso de las composteras».
La dirigente de PropAMBA expresó que «con las investigaciones que realizamos este mes llegamos a la conclusión de que la basura es un negocio para la recolección que hace la empresa contratista Benito Roggio, y también es un negocio la re conversión de los residuos sólidos urbanos que lo tramita una empresa Tecsa que pertenece al mismo grupo».
Por su parte, Roberto Pontarollo, reciclador de la cooperativa El Trébol de Villa Soldati, reveló las condiciones precarias en que trabajan a pesar de haber logrado la adjudicación del concurso público hace tres años, «y que nos debían haber entregado los recursos de trabajo e ir ampliándolos año a año, pero no dieron nada, no tenemos lugar de depósito para clasificar los residuos, y por eso tuvimos que alquilar un depósito en Lanús, que está fuera de la zona».
El reciclador precisó que «nuestro sistema es bueno y si está bien armado y apoyado, es eficiente, pero el gobierno no le interesa que esto funcione bien», dijo tras añadir que las autoridades porteñas «quieren licitar dos plantas más de Tratamiento Mecánico Biológico, que ya se demostró que es ineficiente», en el marco de desplazar el sistema de gestión social y perder los avances en materia de separación de origen de la basura.
FUENTE: Télam ( Argentina )