Transitar por Hipólito Yrigoyen y no arrojar el envoltorio de una golosina, una botella vacía o un papelito a la calle es un tire y afloje con la voluntad, una prueba que pocos pueden superar. Es que a lo largo de 71 cuadras –el tramo de la avenida correspondiente al Partido- solo hay dos tachos de basura. La ausencia de cestos genera una desagradable consecuencia en Yrigoyen, donde prima la suciedad y el abandono.

Claudia Gómez caminaba por la avenida, a la altura de la estación Lanús del ferrocarril. Al ver una montaña de residuos y sin pensarlo demasiado, arrojó dos bollos de papel al suelo. «Los aguanté dos cuadras y no pude más. Cuando estoy con mis hijas trato de guardarlos en la cartera y no tirarlos. No quiero darles un mal ejemplo», comentó a lanus.clarin.com. Su actitud no es inusual. Basta con pararse en cualquier esquina y observar que la práctica de tirar basura a las calles se repite entre los vecinos.

Si se toma una distribución mínima de tachos (dos por cuadra, uno en cada esquina), debería haber 142 cestos aproximadamente. En su lugar, solo dos son los encargados de hacerle frente a la basura producida por miles de vecinos que transitan la avenida. Un cesto está ubicado en Yrigoyen y Bolivia, a la altura de la plazoleta Armengol, y el otro en la terminación del Puente Carretero nuevo. Entre ambos hay una distancia de 29 cuadras.

«En Pavón nunca vi tachos de basura. La calle está muy sucia y estamos acostumbrados a vivir en la mugre. Mientras tanto, los impuestos son altísimos», reclamó Estela Marcote, empleada de un comercio ubicado en el centro de Lanús.

Mantener una actitud correcta y no contribuir con la mugre existente representa un desafío. Por ejemplo, si una persona compra una bebida en un kiosco ubicado en Remedios de Escalada debe esperar hasta llegar a Lomas de Zamora -entre un punto y otro hay doce cuadras- para poder tirar el envase. Pero en la mayoría de los casos, la ansiedad gana y el recipiente acaba en el suelo.

Frente a la ausencia, que convirtió a la falta de tachos en presencia, los vecinos improvisaron objetos para contener los residuos. «Nunca hubo sobre Yrigoyen. Antes ponía una caja de cartón para hacer las veces de tacho pero me la llevaba el cartonero o la gente le tiraba un cigarrillo y podía prenderse fuego», contó Daniel Kanazl, empleado de un kiosco ubicado en Yrigoyen y 25 de Mayo.

Consultados sobre la escasez de cestos, desde el Municipio reconocieron la problemática pero explicaron que se está haciendo una renovación de los refugios en las paradas de colectivo ubicadas a lo largo de la avenida y que en los laterales de estas nuevas estructuras se adosarán cestos de basura metálicos, dado que los de plástico son más fáciles de vandalizar.

«En Yrigoyen tenemos un faltante de cestos, esperamos que a través de esta nueva iniciativa logremos reponerlos», afirmó Walter Ramella, subsecretario de Servicios Urbanos. Una vez instalados los tachos, la limpieza, el mantenimiento y la reposición de bolsas será responsabilidad de su cartera.

 

FUENTE:
Clarin – Zonales ( Argentina )