Los recicladores recuperan aproximadamente una tonelada y media de materiales por día.
La planta de reciclado que se inauguró a mediados de 2009 está funcionando, de manera parcial y a pesar de una importante cantidad de deficiencias técnicas, operativas y de mantenimiento.
En 2009 habían sido 60 los recuperadores nucleados en la cooperativa CURA que comenzaron a realizar su tarea en la planta, al poco tiempo eran 70, pero pronto, los problemas comenzaron a aparecer, el funcionamiento se resintió, muchos días el trabajo no se podía realizar, por lo que muchos de los asociados volvieron a buscar materiales reciclables al basural.
Actualmente son 36 los recuperadores que trabajan en las únicas dos líneas que funcionan. Lo hacen en dos turnos de 6 horas cada uno, de lunes a sábado.
Procesan unos 7 camiones por día, de entre 7 y 8 toneladas de basura cada uno, de los que recuperan -entre plástico, papel, cartón, vidrio, telas, metales de todas las clases, chatarra- aproximadamente una tonelada y media de materiales por día que, en general, se venden a las pocas horas. El resto es "rechazo", es decir, residuos orgánicos que vuelven a un camión recolector que los lleva al predio de residuos.
El secretario de la cooperativa, Daniel Figueroa, explicó a LA CAPITAL que actualmente están funcionando dos cintas por las que se deslizan los residuos para que los recicladores puedan ir separando los materiales que tienen valor de venta, de los residuos orgánicos. Las otras dos cintas están en proceso de reparación y la idea es trabajar en ellas una vez que estén en marcha para poder frenar la otra y acondicionarla también.
"Falta mucho por hacer, pero estamos en carrera para cumplir el objetivo que iniciamos en 2009" indicó Figueroa, quien reconoció que "hemos pasado muchas etapas muy difíciles en el sentido moral, económico, porque todos necesitamos la plata diaria, es lo único que tenemos para nuestras familias".
Es que tras los problemas técnicos, surge la desilusión de los trabajadores. "Al no funcionar correctamente las cosas los ánimos de los asociados no son los mismos, empiezan los problemas, cosas que cuando todo funciona bien no suceden", reconoció el referente de la cooperativa.
Pero confía en el proyecto y asegura que "cuando se vayan solucionando los defectos, los problemas, esto va a mejorar. Mi sueño es ver esto lleno de gente trabajando en tres turnos" apuntó.
Es que a pesar de los problemas, Figueroa señaló que los que pueden trabajar en la planta han tenido "un cambio en la calidad del trabajo. Nada que ver con lo que es trabajar en el predio, acá estamos trabajando para estar mejor, a pesar de las falencias".
Ayer, durante el primer turno de trabajo se rompió la cadena del motor de la cinta de "rechazo". "Tenemos horas limitadas de trabajo y una rotura de éstas lleva unos 40 minutos de arreglo" lamentó, porque son 40 minutos menos de recuperación de materiales, menos cantidad de materiales para vender, menos jornal para llevar a sus hogares. "Y eso es cosa de todos los días", apuntó.
Figueroa tiene una lista larguísima de problemas que se reiteran, desde las tolvas para elevar los residuos, que no funcionan, los problemas de las cintas transportadoras de los residuos que tienen errores de cálculo y de construcción, la falta de definición de un mecanismo seguro para trasladar la compactadora del plástico y el papel, la necesidad de definir cuestiones de seguridad e higiene para proteger tanto a los trabajadores como a la estructura, entre muchos otros.
"Es un proceso largo" reconoció, aunque valoró que "ahora hay cosas que se están haciendo" con ayuda del municipio, porque "la cooperativa no tiene la capacidad económica para afrontar esos arreglos".
"Necesitamos soluciones para trabajar con continuidad y sin conflictos" definió, insistiendo con su objetivo de lograr la incorporación de muchas más personas al sistema, para que puedan "mejorar su situación" porque "todos tenemos perspectivas de tener un mejor trabajo, de cubrir algunas necesidades básicas más, progresar, salir adelante".
Por eso aseguró que "estamos en una etapa de crecimiento y reorganización, que es dura, pero no queremos volver a trabajar en el predio".

Rol social
"Somos un eslabón importante para mejorar la situación del ambiente en Mar del Plata y también para ayudar a la situación social de nuestros compañeros, para mejorar, ir creciendo" definió Figueroa sobre el rol de la cooperativa, que quiere sostener y mejorar a pesar de todos los inconvenientes.
Por eso, por un lado manifestó su preocupación porque muchos de los recicladores no tienen estudios primarios y su voluntad de que se genere la posibilidad de dar escolarización. "Es fundamental al paso que va el mundo, la sociedad", indicó.
Por otro lado reconoció que lograr que la comunidad realice una separación de residuos en origen, sería "fundamental" para mejorar el trabajo de la planta. "Cuesta, ese tema en Mar del Plata va lento, pero se puede hacer, hay gente que sabe del tema y nosotros podemos ayudar a concientizar y a formar otra clase de sociedad dentro de los recicladores".

La Capital de Mar del Plata (Argentina) 05-03-11