La problemática de los residuos sólidos urbanos (RSU) se instaló en la sociedad cordobesa, aunque nadie quiere tener cerca de su casa un vertedero ni una planta de tratamiento final de la basura.
En realidad, es un tema que no termina cuando un vecino saca la bolsa con residuos a la vereda para que la lleve el recolector. Todo lo contrario. Comienza en ese momento: esa bolsa se va sumando a otra y a otras, formando toneladas y llenando camiones que las transportan a un terreno para su enterramiento.
Actualmente, se discute y debate en la ciudad de Córdoba qué sistema para el tratamiento de los residuos es el más conveniente, pero, mientras eso se resuelve, es importante la separación de los residuos en el lugar de origen, es decir, en cada uno de los domicilios.
Hay que separar los orgánicos de los inorgánicos; de esa manera, los inorgánicos se destinan a espacios preparados para la selección y el reciclado correspondiente, y los orgánicos van al enterramiento sanitario.
Lo curioso e interesante de este proceso es que cada vecino podrá observar que la basura destinada al enterramiento se reduce en forma considerable, lo cual significa que está contribuyendo a la conservación del medio ambiente y a la generación de fuentes de trabajo en virtud del valor que toman los residuos inorgánicos.
Si analizamos este proceso de separación de residuos en origen, veremos que el sistema más conveniente o razonable puede ser el del “vertedero controlado”, porque es un sistema socialmente sustentable, promueve la responsabilidad y la conciencia social para la preservación y conservación del medioambiente, y reduce la contaminación.

Decisión política. Es necesaria una difusión amplia, constante y sostenida para poner en funcionamiento este proceso. Una nota, un comentario, no resuelve la situación; hace falta la decisión política del Gobierno municipal de comprometer a diferentes actores: la empresa recolectora de residuos, la Cámara de Supermercados, las empresas proveedoras de bolsas plásticas, el Centro de Almaceneros, los centros vecinales, los medios de comunicación y otras organizaciones intermedias para lograr dicho cometido.
La participación de la ciudadanía es la herramienta superadora para este complejo y difícil problema.

Guillermo Molas y Molas (Presidente Centro Vecinal barrio Inaudi)

La Voz del Interior (Argentina) 13-09-10