El Ministro de Producción Contador Hugo Tobchi, junto al Embajador Argentino en Bolivia, doctor Horacio Macedo y el Cónsul de Bolivia en Jujuy, licenciado Hugo Ramírez Zeballos, encabezaron la apertura de la Licitación Pública del Gasoducto Argentina –Bolivia, Tramo Miraflores – La Quiaca. La iniciativa dotará de gas natural a localidades de la Puna, permitirá diversos emprendimientos productivos para el Altiplano y disminuirá precios en la energía local, entre otros beneficios.
“Es fruto de un esfuerzo del Gobierno Nacional y de las gestiones del Estado Provincial para obtener los recursos necesarios de esta obra trascendental. Estamos cumpliendo lo que prometimos”, enfatizó Tobchi al presentar la instancia que dará lugar a uno de los proyectos más emblemáticos del norte argentino y el sur boliviano.
El acto contó con el respaldo del Secretario de Desarrollo PyME e Integración Regional, Gustavo Ortiz; el Secretario de Desarrollo Productivo, Ingeniero Héctor Pérez; el Coordinador del Área Energía del Ministerio de Infraestructura y Planificación, ingeniero Ricardo Fabián Souilhé; y el Coordinador de Riego, Ingeniero Jorge Vergara; el Gerente de GASNOR, Licenciado Facundo Altea; representantes de la Empresa IRMI S.A.; directores de la cartera de Producción; los diputados provinciales Héctor Tentor y Miguel Morales, el intendente Marcelo Llanos y jefes comunales de la región puneña, entre otros invitados especiales.
El Gasoducto se extenderá desde Miraflores -empalmándose con el Gasoducto Norandino- hasta la ciudad de La Quiaca, con un recorrido de 95 kilómetros. Proveerá de gas natural a las localidades de Tres Cruces, Abra Pampa y La Quiaca, con la consecuente construcción de redes domiciliarias que se entregarán en forma conjunta con la culminación del sistema central.
“El plazo de obra es de 8 meses, con una inversión aproximada de 54 millones de pesos. Es un gasoducto de alta presión, y se estima que, con 6 pulgadas de diámetro y 100 kilos de presión, lleve el fluido hasta la hermana República de Bolivia, puntualmente hasta la ciudad de Tupiza”, señaló Tobchi.
“Existe un solo oferente, la empresa IRMI. Hoy abrimos el sobre 1, y estaremos en condiciones de abrir el sobre 2 el martes de la semana que viene. En función de eso, se estructurarán las acciones para la firma del contrato que, según los plazos previstos, podría realizarse el 16 de julio; y desde allí empezaría a correr el plazo de 8 meses de obra”, prosiguió el referente oficial.
Respecto a los beneficios de este proyecto, el Ministro recalcó que la concreción del Gasoducto permitirá la anhelada explotación de un corredor minero entre la Ruta 9 y 40, y la generación de diversas actividades que actualmente no se pueden realizar por la limitada oferta energética de la central ubicada en La Quiaca.
“Los jujeños pagamos un subsidio por la energía que se origina en el sistema quiaqueño: esto hará que también haya una disminución de precios en la energía en la provincia. El cálculo estimativo es de un 6 al 10 por ciento, pero esto se definirá concretamente al momento de establecer los costos del gas con los que trabajará la ciudad fronteriza”, finalizó.

Expectativas del pueblo jujeño y del sur boliviano
“Éste fue un compromiso del ex gobernador Eduardo Fellner al cumplirse 100 años de la ciudad de La Quiaca. Un poco demorados, pero efectivos. Hoy los medios hablan del Gasoducto Argentina-Bolivia, cuando en el 2006 estaba prevista esta obra como secundaria. Allí se firmó el gasoducto Bolivia – Argentina, y hoy sigue en trámite”, recordó el Embajador Argentino en Bolivia, Horacio Macedo.
Confió en que a fin de año o a principio del 2010 esté concluida la obra en nuestro país, y recalcó: “la reacción de nuestros gobernantes y la decisión del Gobierno de Jujuy fueron terminantes para que la Puna tenga la posibilidad de contar con este servicio”.
“Existe además una enorme expectativa en Bolivia: que nosotros en un gesto concreto de integración regional podamos brindar la estructura para que ellos cuenten con su propio gas”, destacó el funcionario. En este marco, agregó que la obra en esa región debe ser construida por YPF-B (Yacimientos Petolíferos Fiscales de Bolivia), y que ese Estado “tendrá que hacer un aporte adicional de volúmenes, destinados a su propio pueblo”.
Por su parte, el Cónsul de Bolivia Hugo Ramírez Zeballos, aseveró que este gasoducto “permitirá solucionar muchos problemas que existen en las provincias bolivianas”.
“Es paradójico que un país con grandes reservas de gas no cuente con gas domiciliario. Pero estamos dando pasos importantes, y creemos que a futuro llegaremos a un final feliz para el pueblo boliviano”, concluyó.

Fuente: Prensa – Gobierno de Jujuy