Argentina | La Pampa | 09-09-2013

La idea del municipio es construir el nuevo horno pirolítico, que reemplazará al del hospital Lucio Molas, al lado del cementerio parque. Expertos aseguraran que servirá para los próximos 30 años.
El salón del Concejo Deliberante será sede esta tarde, a partir de las 18.30, de la audiencia pública donde se debatirá la construcción de la planta de tratamiento integral de residuos patológicos, donde se instalaría el nuevo horno pirolítico que reemplazará al que, hasta hace algo más de dos años, funcionó en el predio del hospital Lucio Molas. La actividad viene precedida por una fuerte polémica en torno a si la incineración es o no la manera correcta de tratar la basura hospitalaria. En total se inscribieron 19 expositores.
La audiencia será presidida por el secretario de Obras, Servicios Públicos y Planeamiento Urbano, Javier Schlegel, secundado por el director general de Servicios Públicos, Fabricio González Martín; el director de Protección Ambiental y Servicios Públicos, Arturo Lucero; y el subdirector de Residuos Urbanos, Nicolás Schiel.
Entre los expositores, estarán los profesionales de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UNLPam que desarrollaron el estudio de impacto ambiental, María de los Angeles Irribarra y Federico Di Pietro. Aunque no firma el informe, también estará Gabriela Dalmasso, perteneciente a la misma unidad académica.
Las otras personas y entidades inscriptas son Carolina Polanco, Leandro Altolaguirre, Vladimir Mosca, Cecilia Bianco, Pampa Block S.A., Ana Luisa Castro, Marianela Colazo, Nicolás Romano, Pablo Pera, Roberto Sáccara, Jorge Sampedro, Leandro Ramírez, Aldo Copes, Liliana Rechimont, Florencia Biondini, María Arab, Florencia Vivalda, Pablo D’Atri y Jorge Luis Marani.

Informe.
El informe que realizaron María de los Angeles Irribarra y Federico Di Pietro a pedido de la Municipalidad de Santa Rosa recomendó la utilización de dos tecnologías para tratar los residuos patológicos. Por un lado, el horno pirolítico, para incinerar los residuos orgánicos (anatómicos); por el otro, un autoclave (esterilización térmica a vapor), para la basura inorgánica (plásticos y metales, entre otros materiales de uso medicinal). De acuerdo al informe, el 35 por ciento de la basura es orgánica y debe ser tratada en el horno, mientras que el 65 restante es inorgánica e irá al autoclave.
En el año 2011, el Concejo Deliberante local emitió en forma unánime una ordenanza (4345/11) por la cual prohibió la incineración como método para tratar la basura hospitalaria, exceptuando los residuos de origen cadavérico y anatómico. A su vez, esa medida suspendió el ingreso a la ciudad de basura proveniente de otras localidades para ser tratada aquí. Entonces, el intendente de la ciudad era el radical Francisco Torroba (Frepam), durante cuya gestión se produjo la explosión y posterior incendio del horno pirolítico del hospital Molas, situación que determinó el cierre definitivo de esa dependencia.
Al año siguiente, ya con el intendente Luis Larrañaga (PJ) a cargo del municipio, el CD emitió una nueva ordenanza (4722/12) que suspendió a la anterior por 18 meses (rige hasta el 12 de abril de 2014). A partir de su sanción -lograda con la mayoría de votos del oficialismo y el rechazo del Frepam-, se volvió a permitir el ingreso de residuos provenientes de otros ejidos. Si bien se levantó la prohibición de la incineración, la ciudad no cuenta con ningún horno pirolítico y la basura patológica se entierra en una celda especial del relleno sanitario.

Ubicación.
En cuanto al lugar donde colocar la planta de tratamiento, Irribarra y Di Pietro analizaron cuatro lugares posibles, puesto que eran los predios con los que cuentan actualmente el municipio y la provincia: hospital Lucio Molas, Relleno Sanitario, Cementerio Parque y la Planta Asfáltica. Y eligieron este último porque, ubicado al sur de la ciudad, a metros del cementerio parque: «Esta ubicación tiene las ventajas de facilidad de acceso, ausencia de viviendas e integra un área destinada a la producción y servicios», señalaron los expertos.
En el caso de construirse la planta en el lugar recomendado, Irribarra y Di Pietro aconsejaron que la disposición final de los residuos, ya tratados, se realice en un nuevo sitio, diferente del actual relleno sanitario. Esto evitará que el vehículo que los transporte tenga que atravesar o rodear la ciudad. El nuevo depositorio debería ubicarse, dijeron, en inmediaciones de las piletas de tratamientos de efluentes cloacales que se halla al sureste de la ciudad, en la cual hay terreno disponible.
«Las ventajas de este nuevo sitio de disposición final radican en la cercanía a la ubicación propuesta de la planta de tratamiento, la ausencia de urbanización en su entorno inmediato, y la reducción del riesgo de accidentes con los elementos corto-punzantes que integran los residuos peligrosos dado que al enterrarse separados de los otros tipos de residuos urbanos, no deberían atraer personas en busca de elementos para recuperar o reciclar entre los residuos«, justificaron.

Plano de obra.
De acuerdo al plano que los especialistas adjuntaron al informe, la nueva planta de tratamiento, donde se ubicarán el horno pirolítico y el autoclave, conllevará la construcción de predio que contenga un área de lavado de vehículos y contenedores, un depósito, una cámara de frío, un pañol, una oficina de admisión con cocina y baño y otro edificio con oficinas, contiguo a un baño con duchas para el personal.
El sistema propuesto por los técnicos servirá para el tratamiento de los residuos patológicos de la ciudad y las zonas sanitarias del centro sur de la provincia durante los próximos 30 años. En promedio, se cree que se tratarán unos 7 metros cúbicos diarios de basura hospitalaria.

FUENTE:
La Arena ( Argentina )