Argentina | La Pampa | 28-06-2013
Dijo que no era partidario de la privatización de la limpieza del SEMPRE, pero que el proyecto está en manos de los directores para su conocimiento.
“Lo primero que hicimos cuando llegamos es eliminar los planes y los pasantes”, dijo. “Los liquidamos. Planes tenía 11: diez morochitas y un ruso. Los junté acá. Les pregunté que querían hacer. “Entrar”. Les di una monedita de cinco centavos a cada uno. ¿Qué hacemos con esto? Póngansela entre las rodillas, por 180 días no la dejen caer”, dijo Tavella. Así, las mujeres evitarían un embarazo, condición que les impide acceder a un trabajo.
Ese grupo ingresó a planta según recordó. “Nuestro pensamiento es clarito”, dijo, esquivando el mote de privatizador.
En el caso del personal de seguridad -la vigilancia está privatizada-, dijo que se reubicó.
Afirmó que la privatización de la limpieza del SEMPRE fue el último tema que llegó. “Es una pelea de tramposos. Las chicas dicen que las de la limpieza no limpian, y las chicas de limpieza que las otras ensucian, que no respetan el trabajo”, explicó. Hubo un período en que se trató de componer la relación, pero no se lograron avances.
Puso como ejemplo la delegación Pico: la privatización fue por pedido del personal.
Tavella consideró que no puede sostener el servicio de limpieza con el Estatuto que tienen los trabajadores 643. “Porque si falta, faltan. Tienen todo el derecho del mundo. Y la mugre viene igual”, afirmó. “¿Dónde está la mugre? En el SEMPRE”, remarcó.
“Hacerlo con el personal de ahora tiene una serie de derechos por el Estatuto que te lo cortan en cualquier momento sin hacer lío. ¿Por qué? Porque se duermen, porque se toman el 148, cualquiera de sus derechos, porque se enferman, porque donan sangre, porque acompañaron a un familiar enfermo… Todo… No sé si leíste el Estatuto, pero es un entretenimiento maravilloso. Todas las posibilidades que tiene de faltar el trabajador, que es su derecho”, dijo.
“En limpieza, no hay ninguna duda, el mejor servicio te lo va a dar el privado”, dijo. “Lo veo. Porque la empresa que contratás, esa no puede faltar, no se puede enfermar. Falta, la hacen cagar. Con el empleado no lo podés hacer. Tiene sus derechos y te puede pasar”, dijo.
Tavella insistió que no era partidario de la limpieza. Pero el conflicto llegó al directorio. “Me vinieron con todo, a dónde iba cada uno. Y se lo di a los directores”, afirmó.
